El sábado anterior tuve un encuentro más con Metric. A diferencia
de las veces anteriores, esta ocasión tenían más producción y entre sus lentes, máscaras, luces y
accesorios, lograban mantener entretenidos a todos, incluso a los que no somos tan fans, creo que
esos elementos visuales hacen realmente interesante el show.
Yo pensaba que su sonido tan saturado era
producto de los lugares en los que me había tocado verlos, pero no, ya llegué a
la conclusión de que así suenan siempre y creo que es una de las cosas por las
que no tienen del todo mi corazón.
Sin embargo canciones taaan fuertes cómo “Gymme
Sympathy” o “Breathing Underwater” hacen que valga la pena escucharlos una y
otra vez, lástima que para el encore, que fue cuando las tocaron yo ya estaba
sumamente cansada, gracias a la noche de destrucción que había vivido un día
antes. Lo único que pensaba era: “si ellos, que se ven tan grandecitos, pueden
obvio yo también”, porque no sólo la banda se veía con bastantes años en el
bolsillo, también la mayor parte de los asistentes, y eran curiosos, porque se
notaban sumamente serios, a pesar de estarlo disfrutando.
Yo me quedo con: Is this my life? aaaahhhhhh and Am I breathing underwater? =D
Al día siguiente fui de nuevo a ver Limbo,
ahora sin Natalia Lafourcade =P
No cabe duda que es una graaaan puesta, fue
totalmente diferente a la vez anterior, lo que hace que quiera verla miles de
veces sin cansarme, incluso la historia dio un gran giro cuando incorporaron
por más tiempo de lo normal a un miembro de la audiencia.
En definitiva me quedo con el Teatro de la
Ciudad, la vibra y la producción del lugar, pero como sea fue bonito tener la
oportunidad de apreciarla de nuevo antes de que se vaya hacia otros horizontes.
Nuevamente la invitación a que no le pierdan la
pista a lo que hace Chula y la pequeña (pero bonita) escena de clown de nuestra
ciudad.
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