El domingo llegué directamente a la conferencia "15 Years of
Barsuk Records" de la cual hablaré más adelante.
De ahí me fui a ver a The Mowgli’s, quienes me hicieron
inmensamente feliz, creo que tienen toda esa alegría que esperaba de The Lumineers
en vivo, pero ellos no me defraudaron en lo absoluto, me hicieron pasar un rato
increíble con canciones muy lindas construidas por personalidades totalmente
diferentes, que en conjunto hacen algo especial.
De ahí fui a hacer fila para Tengan and Sara porque la dinámica a del Mainstage era un tanto diferente al resto de los escenarios, donde habían presentaciones consecutivas. El día en la Key Arena estaba dividido en 2 grandes eventos, uno en la tarde y otro en la noche con sus respectivos teloneros, las puertas las abrían 1 hora y media antes de cada concierto y la gente comenzaba a formarse 2 horas antes de eso.
El día anterior no estaba tan interesada en las presentaciones
"principales" por lo que entraba y salía sin darle mucha importancia
al lugar que me tocara, pero ya era diferente, por lo que decidí acercarme al
lugar media hora antes de Tegan and Sara, cuando llegue ya había una fila
enorme que avanzaba lentamente, al principio pensé que sería un tanto molesto,
pero el tiempo pasó rapidísimo. Volvió ese sentimiento de apocalipsis cuando
comencé a ver que habían zombis saliendo
por en medio de la multitud, los cuales me distrajeron e hicieron que ese
momento fuera bastante ameno.
Cuando por fin logré llegar al interior de la arena la pista
estaba completamente llena, no me quedo más que sentarme en las últimas filas
de las gradas pero al menos bastante cerca del escenario. Mientas esperaba, vi
dos fenómenos que llamaron mi atención: el momento en el que permitieron a toda
la gente que estaba sentada en la pista se levantara y acercara al
escenario, fue como una marea de personas corriendo en un solo movimiento, aglomerándose
en un tercio del espacio que antes ocupaban. Y la otra fue una pareja que
estaba a lado de mi, lo que supongo era un matrimonio de unos 60-65 años
preguntándose entre ellos ¿qué era Tegan and Sara? Comenzaron a leer la guía
del festival y dijeron "dice que son lesbianas, que raro" entonces
sacaron su celular y buscaron sus vídeos en youtube, ahí estaba sentada a su lado
viendo vídeos a unos cuantos minutos de que comenzara el concierto.
Llegó el
momento.... Salieron al escenario, hit tras hit lograban hacerme sonreir…. y
después llorar, porque esta vez sí tocaron “Where does the good go?”, Pero fue momentáneo, nada que una de la
típicas bromas de Tegan no pudiera hacerme olvidar. Era tiempo de mover los
pies y dejar las canciones tristes atrás, entonces dijeron algo que nunca voy a
olvidar "leave it on the dance floor", de eso se trataba todo! Y lo
sentí tan personal que no puedo explicarlo, era reconocer nuevamente esa
energía de la música que me hace olvidarme de lo demás y simplemente comenzar a
moverme, dejando todos los problemas atrás a partir de ese momento.
Saliendo de ahí me dirigí hacia el escenario de Starbucks para
comer algo y escuchar a The Duke Robillard Band, no podría haber podido hacer
una mejor elección, la música perfecta para tomar un almuerzo sobre el pasto.
De ahí corrí a cambiarme de escenario para ver a "El show de
David Bazan" y lo digo literalmente porque no se dedicó únicamente a
cantar, tenía sus momentos de "interacción" en los que preguntaba si
había alguna duda hasta ese momento del concierto o si alguien quería hacer
preguntas, de dónde surgieron inquietudes tan extrañas cómo “¿Alguna vez has
visto un fantasma?” Lo cual lo volvió un show totalmente intimo y único, era
bien extraño pasar de la risa que generaban esos comentarios a la inmensa
melancolía que se sentía en cada una de sus canciones, cualquiera que conozca
un poco de la vida de este hombre sabe porque sus letras hablan de lo que
hablan y fue bien padre ver la evolución en su vida por medio de lo que
interpretaba. Cantó bastantes canciones de Pedro the Lion, lo que me hizo
muuuuuy feliz, fue un buen momento anestésico que me dejo reflexionando.
No había mucha gente, y cuando terminó el lugar se limpio por
completo, así que me senté en la valla a esperar que empezara Mates of State.
Cuando salieron al escenario la gente no se aglomeró, todos nos ayudábamos a
levantarnos, a hacer espacio, y a acomodar las botellas de agua dónde no
estorbaran, aunque no nos conociéramos, es el tipo de cosas que me encantaría
ver en un concierto en mi país. El momento pop había llegado, fue gracioso ver
mayoritariamente a los hombres emocionados cantando con todo el sentimiento del
mundo, yo estaba encantada con la complicidad que se notaba entre Kori y Jason.
Tuve que irme unos minutos antes para de
formarme de nuevo para poder ver a Death Cab desde la pista, estaban
programados a las 9:45, Ra Ra Riot serían sus teloneros a las 8:15, así que
desde las 6 tome mi lugar en la línea, que para ese entonces ya estaba bastante
larga. Mientras esperaba me tocó escuchar varias conversaciones que me sacaban
de onda, niñas quejándose de que no querían ver a Death Cab y tenían que hacer
fila para Ra Ra Riot, otros que ni siquiera los conocían, y quienes de verdad no
querían estar ahí y no se porque lo hacían, afortunadamente después de esperar un
par de horas me dieron mi boletito de pista! Sólo me quedaba estar lista cuando
abrieran para correr hacia adelante, y así fue. Ya adentro, mientras estábamos
sentados estaba bastante adelante pero muy a la orilla, sin embargo cuando nos
dejaron levantarnos logré llegar hasta la valla! Fui muy feliz en ese momento.
Sinceramente no disfrute a Ra Ra Riot, y eso
que tenía muchas ganas de verlos, para empezar estaba rodeada por un par de
grupos bastante peculiares de entre 14 y 17 años que explícitamente expresaron
estar ahí por una sola canción y mientras tanto tenían una serie de platicas
que me desquiciaban, aparte la ansiedad
de estar a tan poco tiempo de Death Cab me ganó.
Dieron un muy buen show, sin embargo yo ya
quería que terminarán, entre Wes y Rebeca se llevaron la noche, tanto a mí como
a un par de chicos que estaban atrás de mi nos parecía graciosa la actitud de
la chelista, quien todo el tiempo tenía una cara de seriedad/enojo/amargura que
no correspondía con lo que estaba sucediendo, fue hasta la última canción que
al menos sonrió un poco.
Ahora sí, faltaban sólo 30 minutos para tener
a Ben Gibbard a unos metros de distancia! Lo cual detallare más adelante....
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