Cuantas veces no hemos escuchado que la música influye en nuestros
estados de ánimo, particularmente en este blog siempre he hablado del poder
casi sobrenatural que tiene sobre mí. Cuando nos referimos a la música sabemos
que es sonido, por lo tanto, confirmamos el silogismo de que el sonido puede
modificar incluso nuestros estados mentales.
Esa es la premisa de Meditatio Sonus, sesiones de meditación acompañadas por piezas sonoras que ayudan a colocar nuestra mente en lugares en los que por sí sola habría costado más trabajo llegar. Es un proyecto organizado por Marcela Armas y Arcangelo Constantino, auspiciado por Alumnos 47 y busca reunir a un grupo de personas interesadas en la meditación y en el estudio del sonido, generando automáticamente una comunidad de asiduos a estos temas.
Cada domingo se
presenta un artista sonoro diferente, que intenta por medio de su obra acercar
a los asistentes a experiencias mentales más profundas con el efecto de las
ondas en el ambiente y el cuerpo mismo.
Suena difícil de creer pero ya pude disfrutarlo personalmente y sin duda se
genera una sensación especial. Hace ya varios años que práctico meditación y aunque
en mi primera sesión de Meditatio Sonus me dedique más a escuchar que a la
práctica como tal, los sonidos en sí lograron sumergirme en la atención consiente
del entorno, sin duda, funciona como un objeto de concentración sumamente
potente.
Nos tocó apreciar el trabajo de Gudinni Cortina con una pieza de frecuencias de
40 a 90HZ por medio de la retro producida por una mixer, la cual el mismo dijo
había decidido aumentarlas hasta 120 (si mal no recuerdo).
Si quieren saber un poco más de que se trata visiten la pagina de
Meditation Sonus y no dejen de vivir esta gran experiencia.
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