La semana pasada fue el
aniversario de Red Bull Panamerika y lo celebraron con un concierto en el
Teatro Angela Peralta, un venue que me encanta. Me di una vuelta para ver a Astro y de paso a
Torreblanca.
Ta tenía un par de años que
no veía a Torreblanca, fue un tanto diferente, pero en definitiva lo disfruté
bastante, es una especie de Benny Ibarra moderno, con canciones muy del corazón
que de repente hacen soltar la lagrimita al mismo tiempo que te hacen bailar. Siempre
se hace acompañar de buenos músicos y eso hace que sean presentaciones
interesantes. Es chistoso como sus letras parecen ser de todos, podrían
cantarlas cualquier persona y generar el mismo impacto. Tuvo muchos invitados
que en realidad no aportaban mucho que digamos, pero bueno… supongo que habrá a
quien le haya emocionado.
Aunque tenía un montón de
ganas de ver a Astro, honestamente no fue su mejor show, creo que usaron mucho
tiempo en solos y riffs larguísimos que no eran los ideales para ese momento y
ese espacio, sabían que iba a ver mucha gente que no necesariamente los conocía
y para mi gusto habría sido mejor que se dedicaran a tocar sus éxitos o incluso
las canciones más animadas del nuevo disco, ni siquiera tocaron Colombo, de
cualquier manera yo estaba totalmente embelesada con las piernas de Andres,
maldigo el momento en el que mi amiga lo hizo notar porque desde ahí no pude concentrarme
en otra cosa. Amo a Astro pero un setlist como el que les oí en el Hellow Fest
habría sido ideal para esta ocasión.
Yo me fui temprano porque
tenía negocios que atender pero a mis amigos que llegaron más tarde les tocó
vivir la experiencia portazo y lo cuentan como una experiencia épica, con un
sujeto que nombramos “El Pipila de Polanco” recibiendo unas cuantas descargas
eléctricas por abrir una de las puertas desde adentro, otro amigo escalando las
gradas, siendo ayudado por desconocidos que apoyaban la misión, al parecer fue
bastante divertido, incluso más que ver al resto de las bandas, aunque tenían
ganas de escucharlas.
No puedo imaginar cómo
hubiera resultado todo eso si lo hubieran hecho en el Parque México,
definitivamente habría sido una locura mayor porque se habría acercado más
gente que sólo estuviera pasando por ahí. Yo no puedo quejarme porque a mí me fue muy bien, no tuve que formarme para absolutamente
nada y vi gratis a una banda que me gusta muchísimo a unos cuantos minutos de
mi casa, sé que no todos tuvieron la misma suerte y los organizadores tendrán
que considerarlo porque aunque la intención fue buena podrían haber tomado en
cuenta cosas tan obvias cómo el aforo.
Un
Corona más… aunque cada año diga que ya no voy a ir al siguiente, sigo sin
perderme uno sólo desde su antecesor “Corona Music Fest” en el 2006. Ahora, 9
años después no me arrepiento en lo más mínimo de no ser fiel a esa idea y
regresar una vez más, en esta ocasión gracias a Death from Above 1979 y Mew que
sin duda siguen retumbando en mi cabeza y mi corazón.
El
primer día, desde que nos acercábamos al Foro Sol había algo extraño en el
ambiente, no había tráfico, no se veía mucha gente, nos tocó lugar de
estacionamiento justo en las taquillas de la puerta 6… aunque sabía que éste ha
sido el que menos boletos ha vendido y que la mayoría asistirían hasta el
domingo, no pensé que fuera tanto así, tenía la esperanza de que después llegara más gente, pero no, todo el tiempo
estuvo como a la mitad de su capacidad, a tal grado que siempre hubo internet y
podías ir de un escenario a otro sin problema alguno. Otro cambio que agradecí
muchísimo fue la nueva ubicación del escenario Doritos, no podía ser más
perfecto, llegar fácilmente sin tener
que hacer caminatas maratónicas fue lo mejor!!!
La
inclusión de Capital Gorumet con esa cantidad de gente fue otro éxito porque
nos dio oportunidad de comer muchas
cosas deliciosas mientras disfrutábamos de los conciertos, algo que yo he
celebrado desde que comenzaron a incluir una mayor oferta gastronómica en los
festivales.
Quien
haya tenido la idea de poner una carpa de pinballs y maquinitas fue simplemente
un GENIO! De verdad! Es algo que no me había tocado en otro lado y lo disfruté
muchísimo, porque aparte la curaduría fue excelsa, no podía esperar a los
espacios entre nuestra selección de bandas para poder ir a jugar.
No
llovió, no hizo tanto sol, se puede decir que en términos generales fue un buen
evento, tampoco soy de las que dicen que ha sido el mejor, pero si uno bastante
cómodo.
Un
placer como siempre encontrar a tanta gente conocida, algunos que no veía desde
hace años, sigue siendo el evento oficial de los re encuentros.
El
sábado teníamos toda la intención de llegar a Wild Nothing, pero la vida no nos
quiso ahí, así que llegamos a la mitad del show de Alvvays, muy bonitos,
ideales para comenzar el día cuando aún había un poco de sol. De ahí nos tocó ver
toda la presentación de DIIV, que no eran para nada cómo los imaginaba, fueron más
festivos de lo que esperaba y quedaban perfecto para el mood Californiano que
estábamos viviendo.
Chairlift
me decepcionó, entre que les dio por tocar un montón de canciones nuevas, y que
no mostraron nada de la energía que supuse tendrían en el escenario, me
aburrieron un poco y honestamente de haber sabido podría haber llegado hasta
Father John Misty sin ningún problema.
Amo
a los Psychedelic Furs, pero hay algo que me pasa cuando veo que una banda
realmente envejece, me genera algo de aversión, se vuelve muy bizarro y este es
el ejemplo perfecto, de verdad era taaan extraño, lo único que pensaba mientras
los veía era “Richard, por favor no bailes, por favooor!” cómo sea siguen
haciendo lo suyo, esta padre poder haberlos escuchado, pero creo que prefiero
quedarme con los discos.
Father
John Misty fue bien diferente a la vez que lo vi en Coachella, yo ya iba
preparada para una hora de lloriqueo y no fue así, su actitud de Jesucristo
resucitado nos hizo que la pasáramos bien entre odiándolo y amando sus
canciones.
El
momento más increíble del día llegó con Death from Above 1979, aun no puedo
creer que haya esperado 11 años para verlos, es de esas cosas que crees que ya
nunca van a suceder y de repente puuum!!! Y eso que el año pasado había perdido
un poco la esperanza porque por una u otra razón no podía cacharlos en
festivales de Estados Unidos, pero yo sabía que ese espectacular gigante del
“Physical World” a fuera del metro que tomaba todos los días en Chicago era una
señal!
Cabe
mencionar que estaba sentada cuando comenzaron a tocar y desde el primer acorde
me hicieron saltar como resorte y correr hacia el frente del escenario, QUE PINCHES
BUENOS SON! Fue completamente emocionante y estremecedor, es difícil entender
cómo un bajo y una batería pueden hacer eso, me hicieron agitarme como hace
mucho no lo hacía. Es de las pocas bandas que me faltaban ver antes de morir
(Tahiti 80 y La Casa Azul, ya llegará tu hora!) y se me hizo! no puedo decir más al respecto, de
verdad fue fantástico y los amo!
No
teníamos pensado ir a Ryan Adams, pero dada la cercanía de los escenarios le
echamos ojo un ratito, lo hace muy bien, es de esos actos que vale la pena
apreciar en vivo porque te llenas de la energía de un grupo de buenos
instrumentistas acompañando grandes canciones.
Siguió
Beirut y fueron otros que me volaron la cabeza, honestamente me arrepiento de
haberme salido a la mitad para llegar a los Libertines. Porque que bien tocan,
yo lo había planeado de esa forma porque pensaba que me aburrirían y no fue
así, me dolía cada paso que daba para alejarme de su escenario, estaba hipnotizada
por su sonido, entre que me daba nostalgia y al mismo tiempo me ponían de
buenas, era una vibra súper padre y feliz, tantos instrumentos, tanta magia…
espero poder volver a verlos pronto.
Perdón,
pero los Libertines ya no son los Libertines que conocimos hace 13 años, para
mi resultó tan triste como si viera a los Strokes en este momento sin haberlos
visto en mi adolescencia, había algo que no terminó por convencerme, obvio
disfruté sus himnos de entonces y un par de las nuevas que me gustan, pero me
hicieron sentir descontextualizada.
El
domingo fue otro gran día, una de mis cosas favoritas de los festivales es
poder compartirlos con las personas que más quieres, desde la planeación, la
emoción de los días previos, las actividades adicionales etcétera, en esta
ocasión: despertar, ver “Nick and Norah Infinite Playlist” e ir a brunchear
algo delicioso hizo por completo mi mañana, aunque debido a ello ya no llegamos
a Milo Greene. Fue hasta The Grisworlds que pisamos el Autódromo, mi primera
impresión: “Dios! Son los Astro!” No solo por el vocalista, había algo en su
sonido tropical que me obligaba a hacer esa relación, y la pasé igual de bien
que en uno de sus conciertos aunque nunca los había escuchado.
A
otro del que había escuchado muy poco fue Shamir, al que me tocó ir de
acompañante y que gran acierto! Bailamos, bailamos y bailamos como si no
hubiera mañana, otra de esas presentaciones en el horario perfecto para
calentar motores, yo tarde mucho en entender si era niño o niña, pero eso lo
hizo aún más divertido.
Seguimos
en la fiesta total con Miami Horror, desafortunadamente fue el momento
complicado de reunirnos con los amigos, porque teníamos que celebrar el hecho
de que yo estuviera ahí y que mejor manera que bailándole a la vida, lo malo es
que para ese momento aquella quimera de un festival con buena conexión había
desaparecido y fue un relajo encontrarnos entre “dónde estás?... te espero
aquí… ya me moví… ya estoy con los demás… Ahora dónde estás tú… te fui a
buscar…etcétera…” al final lo logramos, al menos para las últimas canciones lo
bueno es que mi partner in crime y yo habíamos logrado disfrutar del show entre
tanta buscada, literalmente fue una fiesta, aunque debo de decir que me quedo
con otros parrandones del estilo como Matt and Kim, Friendly Fires y por
supuesto !!!
Lo
mejor del domingo para mí llegó con Mew! Hace 6 años que no los veía, aquel fue
uno de los primeros conciertos a los que recuerdo haber ido con mi ex, así que
lo evocó con mucho cariño. Ésta ocasión fue totalmente diferente, la fuerza que
mostraron en el escenario fue IN DES CRIP TI BLE, verlos en un entorno abierto,
con tanta gente emocionada, fue la onda! Podría decir que todas fueron mis
favoritas, pero Special y Satellites… pffff y quien no lloró en Comforting
Sounds tiene un maldito corazón de piedra, fue de estas presentaciones que me
hicieron sentir etérea por unos instantes, de verdad fue lo máximo.
Después
del trance, fuimos a comer algo y nuevamente nos separamos, aun no entiendo
cómo un amigo que dice ser muy fan de Savages y Deap Vally prefirió prescindir
de Sleater Kinney, es inconcebible, pero equis… lo mejor de tener al mejor
partner in crime del mundo es que siempre te acompañara a brincar y emocionarte
con tus cosas favoritas. Yo cómo puberta enamorada gocé un montón de su
presentación porque sus nuevas canciones me gustan bastante y como era de
esperarse abarcaron gran parte de su set.
Para
Pixies yo ya estaba un poco (muy) enfiestada así que más que disfrutarlo me
enfadó re confirmar que eso ya no es Pixies y todos lo sabemos, es una especie
de banda de covers que lo hace muy bien, pero no es lo mismo, preferí quedarme
con su presentación del año pasado en Coachella, porque a pesar de que era la
misma alineación me dejó con un mejor sentimiento. Mejor nos fuimos a Ravear DU
RI SI MO con Fatboy Slim, desde aquel Vive Latino que no lo escuchaba y no
recordaba lo bien que la paso con sus visuales y la vibra que provoca en todos,
fue súper chistoso porque justo esa semana mi crush brutal con los Talking
Heads había estado más que presente y cuando David Byrne apareció en la
pantalla gigante cantando Psycho Killer… pffff explosión mental!!! Brinque,
grite, baile y enloquecí como pocas veces lo hago, cualquiera habría pensado
que estaba en ácidos o algo.
De
ahí cruzamos a Ratatat y sus guitarras mágicas, todo el tiempo me hicieron
sentir que era parte de un videojuego, era cómo un loop de esas maquinitas de
baile, yo feliz como lombriz, me encanta verlos en vivo y dejarme seducir por
sus canciones eternas.
Chromeo
empezó súper tarde y yo ya estaba destruida pero aun así me hicieron moverme un
poquito, era imposible no hacerlo cuando veías que a tu alrededor absolutamente
todos estaban bailando, lo que no había sucedido en ninguna de las
presentaciones que vi ese fin de semana. Siento que la carpa era muy pequeña
para su producción, y hubo algo que no me hizo enloquecer cómo otras veces,
como sea siempre es un placer mover un ratito los huesos con esos muchachitos.
Así
mi CC15, ya veremos si el próximo año ahora si cumplo mi promesa =P
El sábado anterior tuve un encuentro más con Metric. A diferencia
de las veces anteriores, esta ocasión tenían más producción y entre sus lentes, máscaras, luces y
accesorios, lograban mantener entretenidos a todos, incluso a los que no somos tan fans, creo que
esos elementos visuales hacen realmente interesante el show.
Yo pensaba que su sonido tan saturado era
producto de los lugares en los que me había tocado verlos, pero no, ya llegué a
la conclusión de que así suenan siempre y creo que es una de las cosas por las
que no tienen del todo mi corazón.
Sin embargo canciones taaan fuertes cómo “Gymme
Sympathy” o “Breathing Underwater” hacen que valga la pena escucharlos una y
otra vez, lástima que para el encore, que fue cuando las tocaron yo ya estaba
sumamente cansada, gracias a la noche de destrucción que había vivido un día
antes. Lo único que pensaba era: “si ellos, que se ven tan grandecitos, pueden
obvio yo también”, porque no sólo la banda se veía con bastantes años en el
bolsillo, también la mayor parte de los asistentes, y eran curiosos, porque se
notaban sumamente serios, a pesar de estarlo disfrutando.
Yo me quedo con: Is this my life? aaaahhhhhh and Am I breathing underwater? =D
Al día siguiente fui de nuevo a ver Limbo,
ahora sin Natalia Lafourcade =P
No cabe duda que es una graaaan puesta, fue
totalmente diferente a la vez anterior, lo que hace que quiera verla miles de
veces sin cansarme, incluso la historia dio un gran giro cuando incorporaron
por más tiempo de lo normal a un miembro de la audiencia.
En definitiva me quedo con el Teatro de la
Ciudad, la vibra y la producción del lugar, pero como sea fue bonito tener la
oportunidad de apreciarla de nuevo antes de que se vaya hacia otros horizontes.
Nuevamente la invitación a que no le pierdan la
pista a lo que hace Chula y la pequeña (pero bonita) escena de clown de nuestra
ciudad.
La semana pasada, mi domingo musical comenzó desde temprano en El
Palacio de Bellas Artes con la Sinfónica Nacional interpretando algunas
melodías de la primera trilogía de Star Wars. Fue una sensación súper bonita
ver a tanta gente con playeras y disfraces de la saga, notablemente emocionados
por lo que iba a suceder.
Entrar a tan impactante recinto con Stormtroopers resguardando las puertas te
hacía sentir en una sesión del Senado Galáctico.
La interpretación de los bailarines que acompañaron el concierto no guardaba
relación con las canciones, incluso perdía todo sentido con la historia
original, pero como sea estaba padre ver a los Jedis corriendo por ahí. De
hecho eso fue lo más entrañable, sentir la fuerza al rededor, no pude ni
ponerle atención a la ejecución de los músicos, estaba completamente emocionada,
dejándome llevar por esa sensación.
Creo que no fui sólo yo, la mayoría de los asistentes bailoteamos como niños
con la canción de la cantina y nos quedamos esperando una gran entrada de Darth
Vader en la Marcha Imperial. Dudo mucho que los que montaron en espectáculo
hayan visto las películas, pero honestamente no me importo en lo más mínimo,
fue bonito disfrutar de esa experiencia.
Ya en el mood infantil fuimos a la FILIJ a ver a Jean Loup. Le tengo muchísimo
cariño a esa feria porque mi madre me llevaba todos los años cuando era niña, y
esos fueron de mis primeros acercamientos a la lectura y la música.
Es de esas ocasiones que te das cuenta que sí hay mucha gente que lee y que
cosa más linda que los pequeños acercándose a las diferentes expresiones
artísticas.
En cuanto a la presentación de Jean Loup, me di cuenta que de las veces que los
he visto, ya me estoy aprendiendo sus canciones. Creo que definitivamente su
onda es en vivo, no se me antoja mucho escucharlos en disco pero cuando los
tengo en frente es todo un placer.
Estuvo padre ver a los chiquillos bailando sus canciones, incluso había uno
como de 7 años haciendo brake dance, fue muy divertido. Y creo que la
naturaleza del evento: gratuito e infantil, los tenía en todo su elemento.