Siempre que me preguntan qué tal es Mono en
vivo respondo "pues está bien" y no es por demeritarlos, simplemente
es algo que se siente en el momento, no me provocan el mismo trance emocional
que otras bandas del estilo, al contrario, me mantienen en un estado de
tranquilidad y paz, nuevamente esa sensación de vaivén del agua.
En esta ocasión me sentí como gato fascinado
con las luces, observando cómo cambiaban, iluminaban y acompañaban
perfectamente la música consiguiendo que me sumergiera por completo en ese
instante. Es la magia de una presentación en directo, son todos esos elementos
que hacen que cada vez sea especial y no se pueden vivir de otra manera.
Los personajes que esta vez destacaron en mi
experiencia fueron una chica frente a mí que se estremecía como sí escuchara su
banda favorita de metal, sin importar lo que en ese momento estuvieran tocando;
y un chico que "parecía" muy fan porque acompañaba las notas del
concierto con su mano en el aire cual director de orquesta (aunque sabemos que
no lo hacía de manera correcta) como sea ambos disfrutaban muy a su manera lo
que estaba sucediendo.
Es un gusto compartir la música con gente que
la disfruta y la valora, creo que a pesar de todo, si tuviera oportunidad de
volver a ver a Mono lo haría de nuevo.
Foto de Yunuén Velázquez, tomada de: http://www.alteregomedia.tv/mono-ciudad-de-mexico-fotos/#prettyPhoto
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