¿Han escuchado esa canción de Chantal Kreviazuk? Es parte del soundtrack
de un montón de chick flicks y casi siempre la ponen cuando los protagonistas
están a punto de pasar su primera noche juntos, y éste miércoles no podía dejar
de pensar en esa canción porque literalmente me sentía como en casa, hasta un
cumpleaños nos tocó festejar, de verdad: ¡que bonito día!
Llegamos al Pepsi Center justo a tiempo para la primera canción de Gepe y desde que caminábamos hacia el escenario me di cuenta de que tendríamos una buena vista, a pesar de lo grande del lugar podía verlo mucho mejor que en Sala y honestamente ya no me molestó su nuevo estilo, incluso me hizo bailar y me dejó con ganas de más. Creo que el fantasma de los recuerdos que me traía ha sido sustituido por puros buenos momentos.
De Belle and Sebastian tengo puras cosas buenas que decir, empató con La Femme
en concierto favorito del año, hace mucho que no me sentía tan cómoda en un
show, un escenario grande, gente educada y el espacio necesario para respirar,
condiciones necesarias para apreciar a detalle cada uno de los instrumentos y
confirmar que es de las bandas con las que tiene sentido que hayan 9 personas
en escena.
Es una banda que tiene cientos de canciones, un montón de discos y éxitos pero aun así podrían tocar cualquiera y te la sabes! Es un fenómeno súper extraño sus melodías son tan entrañables que al parecer quedan grabadas en el inconsciente desde la primera escuchada. Lograron que la bola de geeks que estábamos reunidos ahí sacáramos nuestros peores pasos en todo momento.
De repente eran demasiados estímulos para mi pobre corazón, la banda dando lo mejor, los videos, las pelotas en el aire, no sabía a qué responder, todo era fantástico y me envolvía en una burbuja de felicidad, incluso cuando muestran en pantalla las portadas de varias de sus producciones y vi el “The Life Persuit” me llegó un flashback brutal e instantáneo de la primera vez que mi exnovio fue a mi casa y le mostré mi colección de discos, tomando un tiempo especial en hablar de mi más reciente adquisición, aquel disco de Belle and Sebastian que era una edición especial, y recordé el instante exacto, cuando lo tomó entre sus manos mientras yo le decía “te lo puedo prestar cuando quieras”… Algo me hacía sentir que pasaría algo especial entre nosotros, y así fue, y ahora sólo sonreía como tonta mientras escuchaba “We are the Sleepyheads”.
Al final no se qué pasó, la forma tan abrupta en la que terminaron el
show me hizo pensar que se molestaron por algo, estábamos todos emocionados
esperando el climax de la noche y de repente prenden las luces dejándonos sin
saber qué hacer, como esperando el segundo final de la película… cómo sea, duro
lo que tenía que durar y fue simplemente increíble.