En estos últimos meses tuve muchas
experiencias fuera de lo normal, y me sirvieron
para aprender algunas cosas y valorar muchas otras, incluyendo el tiempo
que perdía en tonterías, me día cuenta que cómo dice la canción “In an Mmmbop
they’re gone”, tanto las personas cómo el tiempo. Y sí… de un momento a otro
había dejado 5 meses de mi vida atrás y sabía que a partir de ese instante
tenía que sacarle provecho a cada segundo porque cómo dice la canción de
“Vacaciones en el Más Allá”:
Ya sé que todo se
podría acabar ¿y qué?
Era momento de regresar a la realidad y que
mejor que con la música, sabía que en cuanto pudiera volvería a apreciarla en
vivo y lo disfrutaría como siempre lo había hecho. La primera oportunidad se dio
en el Foro Tejedor con la presentación oficial del “Onironauta” de Chio San,
aunque ya había visto un show en el España el año pasado, éste tenía un encanto
particular porque era el inicio de la gira de este proyecto lleno de sueños y
magia. Para mi tiene un significado muy especial, pero independientemente de
eso me gusta mucho porque es un disco que puedes escuchar varias veces y no te
cansa porque hay canciones para bailar, para llorar, para cantar… para todo y
sin duda su presentación en vivo tiene un encanto adicional, es más movido y
las piezas visuales proyectadas en grandes almohadas que acompañan el show nos
envuelve para generar una atmósfera completamente coherente con el concepto: los sueños, cómo nos comunicamos con nuestra
gente especial por medio de ellos, lo que podemos experimentar en la mente
cuando el cuerpo está en reposo. Fue una noche intima, llena de amigos y
familia celebrando la vida y el inicio de muchas aventuras de la mano de ese
material.
Después de eso tenía unas ganas brutales de echar el
dancing, era como sí mi cuerpo lo necesitara después de tanto tiempo y para eso
estaba MØ, aplicando las
segundas oportunidades, ya que estúpidamente me la perdí el año pasado en el
Corona, no dejaría que me volviera a
pasar, aún no tenía autorizado del todo salir a fiestear pero ya nada me
detiene así que gracias a una amiga que me invito de último momento, fui a
bailar como loca, aproveché que no había tanta gente, aunque no faltaron los
platicones del Plaza, creo que hasta a ellos los extrañaba. Fue una
presentación muy divertida, con buena sincronía de los visuales y una presencia
que no podía más que incitarte a mover las caderas.
Esa misma semana yo seguía con ganas de
agitar el esqueleto, y la banda perfecta para hacerlo era Kinky, que hasta
ahora sigue siendo mi grupo nacional favorito. Fue un día lleno de recuerdos,
ir acompañada de la persona con la que compartía prácticamente todos sus
conciertos desde hace 14 años. Las nuevas versiones de las canciones no me
gustaron nada, afortunadamente volvieron a tocar un par de las originales,
faltaron muchas pero entiendo que después de tanto tiempo no pueden seguir con
el mismo set list que cuando tenían 2 discos. Mi momento favorito fue la primera
vez que salió la Banda Furioza porque su baile era increíble y completaba muy
bien ese ambiente festivo.
Ver un Metropolitan en sold out total me hizo
recordar la primera vez que tocaron en el Hard Rock y ayude a vender boletos lo
cual resultaba prácticamente imposible porque me enfrentaba a preguntas tan
estúpidas como "quien es pinky?" Quien los viera, los muchachos han
crecido y no puedo sentirme más feliz por ese éxito tan merecido.
Al otro día era momento de mariconear,
nuevamente con la añoranza de la mano. Fue turno de Canseco en el Alicia, ese
lugar que me vio crecer, que fue mi segunda casa cuando tenía 15 años y que
justo estaba en el ojo del huracán porque estaba en un problema con la
delegación, aunque creo que todos sabíamos no pasaría nada porque esas amenazas
han sido cosa te todas las semanas desde que yo recuerdo, como sea tenía mucho
tiempo que no andaba por ahí y aunque fueran rumores definitivamente no sabemos
que puede cambiar de un día a otro así que no me quedaba más que vivirlo como
si fuera la última vez. El lugar seguía exactamente como lo había dejado y
afortunadamente (para nosotras) estaba casi vacío, lo cual lo hacía aún más
nostálgico. El título del disco “Nuevos Tiempos, Viejos Amigos” lo resumía
todo.
El momento más bizarro de la noche fue ver a
Elli Noise, tenía siglos que no sabía de ellos y era un tanto triste darse
cuenta que hay gente que sigue aferrada a hacer algo que no se sí siga
funcionando del todo, era como una banda de billar de Coapa, y bueno... No me
gusta hablar mal, pero no todos envejecemos favorablemente. Fin.
Canseco... Ay Canseco.... Es imposible cantar
y cantar, gritando y manoteando cuando las frases que más apachurran al corazón
llegaban a mis oídos, es taaan bonito, siempre me hacen preguntarme en ¿dónde
están todos los Euis del mundo? Ya me hacía falta escuchar algo que me pusiera
la piel chinita.
Después llegó el día de La Femme que hasta
ahora mi concierto favorito del año.
Cascabel definitivamente no es mi estilo y no
podía esperar porque terminarán porque seguía con esas ganas insaciables de
bailar y no podría haber sido mejor, bailé y bailé hasta despeinarme, habían
momentos en los que sólo quería correr al centro de la multitud y unirme a los
brincos como cuando era una adolescente, pero la gente del piso de arriba
estaba lanzando cosas y representaba un riesgo para mí, así que sólo me dedique
a dar mis propios saltos desde el privilegiado lugar en el que estábamos. Su
show es increíble, su ritmo, su vestuario, sus movimientos, su buena ejecución,
y cuando llegó el momento del riff surfista de Antitaxi #EpicMoment. Tuvimos la
suerte de encontrarlos en la calle vendiendo sus vinyles y camisetas, buena
onda que encima de buenazos sigan en el DIY.
Ese fin de semana asistí nuevamente al
Metropolitan, lo que me resultaba interesante porque es un venue al que ya casi
no iba, en fin... Era el turno de Las Nancys Rubias, Miranda! y Fangoria.
Tenía añisimos de no saber nada de los
Miranda! Después de haber pasado la mitad de mi preparatoria haciendo todo lo
posible para que triunfaran en México y la última vez que los vi tocar
definitivamente no era como ésta, pero que divertidos son! Me encantaron esos
nuevos pasos de Ale Sergi y estaba sorprendida por la flexibilidad y energía de
Juliana, me hicieron bailar y cantar todo el set porque afortunadamente había
revisado su más reciente material antes del concierto. Lo disfrute mucho.
A lo que más ganas le tenía era a Fangoria
porque nunca los había visto en vivo y siendo el día de la marcha gay prometía
bastante pero sólo tocaron unas cuantas canciones de mi repertorio favorito,
era de esperarse teniendo una trayectoria tan larga, sin embargo, hubo algo más
que no me convenció, le falto fuerza y la gente que al principio parecía tan
emocionada no término demostrándolo mientras tocaban, honestamente me
desilusionaron un poquito e incluso disfrute mucho más el show de las Nancys,
nunca fui fan de su música grabada pero en vivo lograron conquistarme, me
hicieron pasar un muy buen rato con su tonti punk tan a los Ramones.
El final lo fue todo, una gran fiesta gay con
todos en el escenario, resultó el momento más entretenido de la noche.
Tenía que aprovechar mis últimos días antes
de volver al caos así que me auto convencí de ir al concierto madrugador de Los
Amigos Invisibles en Wake Up Tag, total, tenía un montón de boletos y nadie
quería ir porque era a las 7 de la mañana. No tenía muchas expectativas porque
sabía que estaría lleno de Godinez que llegarían tarde a su trabajo por estar
ahí. Pero desde que llegué y me recibieron con burbujas en la entrada supe que
sería mucho más que eso, el ambiente era increíble, gente bailando por todos
lados, malabaristas, porristas, mucha gente con hula hulas, parejas dándole a
la “charanga”, de inmediato me contagiaron y me uní a la fiesta a pesar de que
sus canciones no me encantan.
A veces creo que deberían llamarme Miss
Second Chances, porque esa misma noche la vida me regalaría una más de ver a
los Flaming Lips, no importó que me los perdiera en Cumbre Tajín, ahí estaban
de nuevo con su hermoso show que siempre me pone tan de buenas, es de esos
conciertos que puedes ver mil veces y siempre es divertido, es cómo el mismo
Wayne Coyne dijo en conferencia unas horas antes, se trata de darle a la gente
lo que le gusta, para experimentar tienen otros proyectos y vaya que saben
hacerlo bien, esa fórmula ganadora de hit tras hit es infalible.
Al día siguiente me tocó escuchar por casualidad
a Forecast in Rome, ya había oído mucho de él pero no me llamaba la atención y
debo admitir que en vivo fue un poquito mejor de lo que imaginaba, sin embargo
es de esos proyectos que se quedan dos pasitos antes de conquistarme, siento
que ya hay muchas propuestas similares y aunque en el momento lo disfruto no me
deja con ganas de repetir.
Más tarde vi a Jean Loup, les traía muchas
ganas, lo poco que había escuchado de ellos me había gustado bastante y en vivo
me sorprendieron, los veía muy chiquitos y pensaba que no tendrían la misma calidad
pero sí que son buenos, les seguiré la pista a ver qué trae esta nueva camada
de bandas nacionales.
Para cerrar esa semana: el Festival Neutral.
Ya habían pasado casi dos años desde la última vez que veía a Gepe, después de
que no me perdía ni uno sólo de sus funciones en la ciudad y ya es algo
completamente diferente, es como si se hubiera transformado progresivamente
hasta llegar a ser el máximo representante del Moombahton, no soy fan de ese
nuevo Gepe, pero como él mismos lo dijo, en el fondo seguía siendo el mismo, y yo lo
seguía amando, tocó varias canciones del “Gepinto” por su decimo aniversario y
fue sublime, cuando cantó los barcos casi me roba unas lagrimas. Creo que a
pesar de las bailarinas que aun no comprendo y sus movimientos sensuales aun puedo ver a ese Daniel de hace 12 años y
deleitarme con sus lindas canciones.
De Fakuta no diré nada porque no tengo nada
bueno que decir.
El que si se merece unas cuantas palabras es Coiffeur,
que pinche bonito! En todos los sentidos, las canciones perfectas para un
romántico empedernido y en directo tiene el ritmo exacto que te pone a bailar,
la fórmula correcta para ese pop que tanto me gusta.
Para la siguiente semana se presentó un
dilema: Low Roar VS Jean Loup, sinceramente cuando me avisaron que ya tenía
boleto para los Islandeses la decisión estaba tomada pero las cosas no siempre
son cómo uno quiere, inesperadamente tuvieron que realizarme una pequeña
cirugía y no podría asistir ni a uno ni a otro.
Para ese fin de semana ya estaba lista para
volver y sería nuevamente al Metropolitan en el show de 31 Minutos. Fue muy
gracioso ver a los adultos más emocionados que los niños, el cual era mi caso,
yo estaba más que feliz cantando todas las canciones y mi pequeño sólo trataba
de seguirme el ritmo. No sabía que eran sólo unas cuantas personas las que hacían
todas las voces y la música, verlos correr de un instrumento a otro y de frente
del escenario hacia atrás con sus respectivas marionetas resultaba muy
entretenido, tocaron los grandes éxitos del programa, si no es que todos y no
nos quedaba más que cantar como enanos, el momento de la noche sin duda fue “Bailan
sin Cesar” y eso fue lo que sucedió: chicos y grandes emocionados agitando
nuestros huesitos.