No
soy muy fan de los recuentos del año, pero creo que en estas fechas es cuando
más evidente se hace lo rápido que pasa el tiempo y llega el momento de decir
“madres! Ya se fue otro año” tal cual, así se va la vida.
No
está de más tomarse unos minutos para reflexionar en las cosas que nos pasaron,
lo que hicimos bien o mal , las decisiones, los instantes, todo… es una
oportunidad de cerrar ciclos, de decir gracias, perdón, te quiero…. tener un
inicio limpio.
Siento
que este año me perdí de muchas cosas pero afortunadamente también fui testigo
de muchas otras, así que a lo que nos ocupa aquí:
Festival
favorito 2015: Coordenada Guadalajara.
Conciertos
Favoritos 2015: Mew, Blur en el Palacio, La Femme, Belle & Sebastian, Supergrupo
y DFA1979.
Discos
favoritos 2015: “+-“ de Mew, “Chicos de
la Luz” de Astro, “Vega Intl. Night School” de Neon Indian y “Payola” de
Desaparecidos.
Canción
del año 2015: Indiscutible ganadora “Don’t wait up” de Robert Delong. Mención
especial: “Dreams” de Beck y “Abrasive” de Ratatat.
Banda
revelación 2015: Jean Loup
El
concierto más nostálgico del 2015: Saves the Day!!!
Gran
sorpresa del 2015: Beirut y su “No, no, no”
Los estrenos
que más esperaba: “Marks to Prove it” de The Maccabees, “Pathology” de Trails and
Ways, “In the Cards” de Robert Delong y Kintsugi de “Death Cab from Cutie”.
Desilusión
del 2015: El “As If” de !!!, aunque tiene sus joyitas como “Ooo” después del hermoso
“Thr!!!er” mis expectativas con ellos siempre serán sumamente altas.
Mis
momentos musicales más emblemáticos del año:
1. Las bonitas palabras que Chio San me dedicó en
su show del Foro Tejedor <3 <3 <3
2. El momento del concierto de Blur en el
que me di cuenta que estaba ahí, que lo había logrado! que estaba disfrutando
una cerveza y ni siquiera estaba en silla de ruedas!!! Después de que el día
que compré los boletos, en mayo, todos
pensaron que estaba loca porque para octubre se suponía que ya estaría muerta.
3. “Todo por Placer” con B-Kan en los
brazos de la gente.
4.El llanto incontrolable en “The
Trapaze Swinger” con Iron and Wine
5.La cara de mi amiga mientras yo
bailaba con Silverio en el Hellow Fest
6.Cuando por fin tuve en mis manos en
vinyl del “Something to Write About”
Lo
que se viene para el 2016 y me emociona (y mucho): Re-re-re-reunión de At the
Drive-in!!! Nuevos disco de Savages, Deap Vally, Haim, David Bowie, Extraperlo
y Local Natives, Tour latinoamericano de TGUK, el regreso (aunque sea en forma
de fichas) de Bombay Bicycle Club, el 15° aniversario del “Puzzle” de Tahiti
80.
Así
este año lleno de aventuras y buena música, les dejo un abrazo y espero pasen
bonitas fiestas =D
La semana pasada
sólo quería ir al Beer Fest a escuchar a Eui Canseco, pero el destino me tenía
preparado algo completamente diferente y la vida (y otras cosas) me llevaron el
jueves al Bulldog, si, a mis casi 30 años volví a pisar ese lugarjajajaja.
Me reusé lo más que
pude porque tocaría Panda y honestamente no se me antojaba ni tantito, pero bueno,
tenía que ir a esperar a un amigo. Cuando entramos no podía creer la cantidad
de gente que estaba ahí, y cómo ya lo había notado en otra ocasión había puro
niño, lo que me recordó cuando ese lugar era uno de mis sitios recurrentes a
los 15 años y siempre teníamos que engañan a los de la entrada con
identificaciones prestadas o pedir a las bandas que intercedieran por mí, nunca
falló y mis primeras enfiestadas brutales sucedieron ahí.
Como cambian las
cosas, en ese momento habría agradecido las casi 3 horas de show que se
aventaron, porque si me gustaban bastante, pero esta vez lo único que quería
era que por favor terminaran para que nos pudiéramos ir, incluso hubo un
momento en el que me quedé dormida, creo que nunca me había pasado eso en un
concierto, pero de verdad ya no podía más, no sabía que me molestaba más de
todo el contexto y ni siquiera conocía las canciones que tocaron.
Cuando por fin
terminaron tuve que subir por mi amigo al famoso tercer piso y miles de
flashbacks llegaron a mi mente, justo ahí lo conocí, en ese momento fue mi
novio, alguna vez vi a Benny Ibarra tratando de entrar al camerino y me quedé
tan endiosada que no pude decirle nada, una noche alguien trato de aventarse
del balcón, muchas aventuras sucedieron en ese cuarto….
Recuerdo haber
visto muuuchas veces a Kinky, Zoé, Jumbo, Hummersqueal, Volovan, unas cuantas a
Austin, Niña, Café Tacuba, She’s a Tease, Quiero Club, Molotov, Zurdok,
Plastilina Mosh, Babasonicos, La Gusana Ciega, Liquits, Allison, Ely Guerra,
Fobia, Los Latigos, Tolidos, y muchos más que seguramente ya olvidé, incluso
una vez vi a The Whites Boy Alive.
Ahora todo es
diferente, estaba sobria, con tacones en lugar de converse, dormida en un
sillón esperando desesperada para poder irme, desaprobando con la mirada a
todos los “niños” que gritaban y enfiestaban sin control… quién lo diría, mi yo
del pasado habría pensado “que hace aquí esa señora”.
13 años no han
pasado en valde, tiempo de experiencias y montones de episodios que han quedado
en la memoria, todo tiene su espacio y aunque definitivamente no me quedan
ganas de volver a ese lugar, será un sitio del que podré contarles muchas anécdotas
a mis nietos.
He
estado escuchando todos los podcasts de Matt Pryor, “Something to Write Home
About” y me encontré con uno en el que entrevista a Modern Baseball después de haberse conocido
en Chicago en el Riot Fest del 2014 y me trajeron muchísimos recuerdos, lo cual
me hizo notar que en su momento no había tenido el tiempo para escribir al
respecto, a pesar de que ahora que lo veo hacia atrás ha sido uno de mis
festivales favoritos (Después de Bumbeshoot obviamente).
Es
muy chistoso porque fue de esas veces que nada sale cómo tú esperas pero
honestamente hubo más sorpresas agradables que desagradables. Para empezar:
Chicago, ohhhhh Chicago my love!
Desde
que iniciamos a planear el viaje no encontraba prácticamente nada que me
llamara la atención de la ciudad, tenía sus highlights, cómo ser la meca del
jazz y del blues, o los sitios emblemáticos como el Cloud Gate del Millennium
Park o el Skydeck, pero no había nada que me matara de ganas por conocer y que
graaan sorpresa! Desde el momento que baje del metro la vibra era totalmente
especial, parecía que la ciudad me estaba recibiendo con un espectacular de
Death from Above justo frente a mí, la colonia en la que nos quedamos era genial,
la sentí incluso más trendy que San Francisco y el downtown era como Nueva York
pero menos poblado, limpio, más tranquilo, incluso más bonito, no se… me
encantó, se ha convertido en una de mis ciudades favoritas en Estados Unidos,
tuve la oportunidad de hacer un recorrido en bicicleta por toda la costa
noreste y que sensación tan impactante, completamente relajante, introspectivo,
hermoso… lo amé. Y los museos, el frijol, todo fue espectacular.
La
comida es DE LI CIO SA , la pizzaaaaaaa…. yo no entendía porque uno de los
chicos con los que fui estaba obsesionado con Giordano’s incluso antes que
fuéramos, los seguía en Facebook y nos hablaba de la historia del lugar, pero
cuando probamos la pizza todo tuvo sentido, una de las cosas más deliciosas que
he probado en toda mi vida, era como la madre de toda la comida chatarra que
tanto me encanta. En el festival encontramos otras locuras como los fried
twinkies, y el pescado que comí en el Andy’s Jazz Club… Dios mio! Aparte de que
fue un momento súper especial por estar ahí, con la música, la luz baja y la
deliciosa comida, de esas experiencias que se guardan en la mente para siempre.
Vivimos
muchas aventuras, las que más recuerdo fue “El Milagro de la calle Wabansia” en
la cual una persona hizo todo lo posible por localizarnos para devolver una
cartera llena de dinero que uno de nosotros había olvidado en la calle, era
inconcebible, pero sucedió! O nosotros subiéndonos a un auto de dudosa
procedencia en la mitad de la noche con el que parecía ser Ranjit de HIMYM,
despertar por el sonido del golpe de mi amiga cayendo de una de las literas, ir
al Exit Bar y que pusieran canciones de los Get Up Kids… y la que ahora me
resulta más interesante fue casi perderme el concierto de mi banda favorita por
estar en una ciudad desconocida a altas horas: fue como una película de terror,
salir corriendo del festival en medio de la lluvia, en plena presentación de Slayer,
cuidando no resbalarme como todas las personas que veía azotar a mi paso, era
imposible conseguir transporte y cuando por fin pude subirme al autobús me bajé
en la parada equivocada para quedar varada en medio de la nada con sólo 10
minutos para llegar al show, no pasaban taxis, autobuses, nada, lo único que
pude hacer fue acercarme a una estación metro completamente desolada en la que
informaban que el siguiente tren tardaría 40 minutos, no me quedó más que
sentarme ahí sola y empapada, en medio de la nada y llamarle a mi novio para
lloriquearle sobre la situación, aplicando la “Long Distance Call” como diría
Phoenix, afortunadamente logré llegar con el tiempo suficiente para ver la
presentación de Modern Baseball y hasta platicar unos minutos con Matt Pryor y
James Dewees de The Get Up Kids.
Ese
concierto fue una cosa maravillosaaaaa, no sólo tocaron el “Something to Write
Home About” completito, sino también los éxitos del resto de sus discos, yo
estaba en primera fila a tan sólo unos centímetros de Jim Suptic, mi emoción
fue compartida por un grupo de brasileños que también habían hecho el viaje
para disfrutar ese momento, esos minutos cantando a gritos nuestras canciones
favoritas y sin saber si brincar, llorar o gritar más fuerte. En definitiva, esa
noche ha sido una de las más memorables en mi historia de conciertos, a pesar
de mi aversión a las bandas que no envejecen agraciadamente.
Sobre
el Riot Fest que puedo decir, el que lo llamen “Carnaval” no puede ser más
correcto, hay juegos mecánicos (a los cuales por desidia terminamos sin
subirnos) una casa de terror, zombies caminando por ahí, mucha comida chatarra,
lucha libre y cada personaje…
Una
de las cosas que mejor le cayó a nuestro claro espíritu mexa fue que no había
una revisión real para ingresar al lugar, por lo que meter alcohol o comida era
sumamente sencillo, desafortunadamente lo averiguamos hasta el segundo día.
Aunque
en su momento todo parecía estar apestando ahora lo recuerdo con mucho cariño,
en algún momento comentamos que Riot Fest era una especie de Iron Man de los
festivales, porque duró 3 días, llovió prácticamente todo el tiempo y cuando no
estaba lloviendo tenías que caminar con mucho cuidado para no caerte en el
lodo, la gente se quedaba atrapada como en arena movediza, perdías tus zapatos
al avanzar y los caminos para llegar de un escenario a otro no eran nada
amigables, por eso el Corona de ese mismo año fue un juego de niños para
nosotros. Era muy sorprendente ver que la gente todo el tiempo estaba
tranquila, los momentos en los que yo esperaba que el mush pit estallara nunca
sucedieron era como si vieran a esas bandas todos los días.
Los que me
conocen saben que mi memoria es nefasta, por lo que a estas alturas solo
recuerdo haber visto a The Get Up Kids, Wu Tang-Clan, Metric, The Flaming Lips,
Descendents, Taking Back Sunday, The National, Antiflag, The Orwels, The Cure,
Weezer, Tegan and Sara, Superchunk, Motion City Soundtrack, Social Distortion, Bouncing
Souls, Kurt Vile & The Violators, Jane’s Addiction, The Offspring, NOFX,
Senses Fail, Tokio Police Club, The Buzzcoks, Television, City and Colour, Die
Antwoord, Me First and the Gimme Gimmes, Wavves (a lo lejos), Modern Baseball,
I am the Avalanche, Mineral y Patti Smith. Seguramente se me está pasando alguno pero fue algo así.
De
todos ellos lo que más recuerdo es que la cantidad de personas en Weezer era
tal que nunca pude llegar al escenario, tuve que escucharlos a lo lejos en
medio de una multitud, que casi muero de felicidad escuchando a los Get Up
Kids, que me encantó Modern Baseball, a pesar de lo simple de sus canciones,
Senses Fail ya no es lo mismo que antes, Die Antwood te hace bailar aunque no
te guste, Tokio Police Club y Wavves son súper bonitos, los NOFX y Antiflag ya
están muy viejos pero aun así amé poder verlos en vivo, The Offspring fue el
momento más emotivo de todo el festival, estuvo padre escuchar los hitazos de
The Cure porque nunca los había visto, Metric puede ser muy aburrido, amo el
show de los Flaming Lips aunque siempre sea el mismo y todos los que tocaron en
el escenario a lado de la ballena sonaban muy mal si te situabas a la derecha
jejejeje. En general fue un gran festival porque pude apreciar muchas bandas
que no es tan fácil de toparse y todas tuvieron lo suyo.
Este
año estaba más que decidida de regresar porque tocó No Doubt, The Ataris y
Alkaline Trio, que ya con eso yo era más que feliz, desafortunadamente tenía
poco de haber salido del hospital y mi estado de salud no era el óptimo, pero
confiando en las segundas oportunidades, estoy casi segura que en cuanto
nuestra Gwen se recupere del horrible momento por el que está pasando volverán
a tocar y seguramente visitaran nuestro país, deditos cruzados para que suceda,
igual que los TGUK que ya están planeando gira latinoamericana, seguramente
este 2016 estará lleno de buenas noticias incluyendo que Lola o Riot tengan
carteles increíblemente buenos e imperdibles, habrá que esperar a ver que pasa…
El
viernes pasado por fin llegó uno de los conciertos que más había estado
esperando, el show de Supergrupo, formado por: La Monja Enana, Aviador Dro y
L-Kan, no porque sea tan fan de la aleación como tal, pero sí de estos últimos
a quienes tenía un buen rato sin poder ver.
Fue
una noche completamente rara pero increíble, cuando llegué vi que el lugar
estaba prácticamente vacío, y mientras pasaban los minutos perdía la esperanza
de que llegara más gente, hubo un punto en el que habían más miembros de la
banda que asistentes al concierto.
Fue
grato encontrar en la entrada un puestito de discos y vinyles, pero más grato
aún saber que el hermoso acetato de Bla costaba sólo 150 pesos. También estaban
vendiendo entradas de 50 pesos para un show sorpresa que sería al día siguiente
con las 3 bandas tocando independientemente, no lo pude evitar! Lo compre
inmediatamente aun sabiendo que sería la fiesta de navidad de mi trabajo y que
tenía que apoyar en la organización, que demonios! Mis prioridades son extrañas
y al parecer la música sigue estando en la cima de todas.
Decidí
sentarme en un lugar estratégico desde dónde veía entrar a todas las personas y
podía observar su cara de WTF, al parecer se sorprendían, igual que yo, al
notar que el lugar estaba desolado. Otra cosa muy curiosa fue que la mayoría de
los espectadores pasaban de los 45 años, era como si todos hubieran ido con su
mamá, por lo que concluí en llamar a la mía poco antes de que comenzaran para
que asistiera al evento, lo que me convenció de hacerlo fue una chica (o más
bien… señora, señora, señora y socia fundadora =P) que mantenía una llamada
telefónica preguntando si su hijo había comido bien, fue una escena un tanto
bizarra y me sacó un poco de onda porque me hizo preguntarme ¿será que pertenezco
a esta generación y de verdad estoy tan vieja? La respuesta llegó sola cuando
Servando de Aviador Dro explico que cuando ellos comenzaron a hacer música
muchos de nosotros no habíamos nacido, el cual era mi caso, eso me dejó más
tranquila y me hizo sentir afortunada de poder ser testigo de toda esta
creación musical a lo largo del tiempo y apreciarlo con mis propios ojos.
Me
gusta mucho el “Crisis en Autonomías
Infinitas” disfrute prácticamente todas sus canciones, peroooo no tanto cómo
amo las de los L-Kan, me emocioné de sobremanera cuando soltaron “Señora”,
“Todo por placer”, “Todo lo que no”, “Viva la Pestaña”, “Modern Talking”,
Aburrida de Estar tan Salida” y otras que seguro se me están escapando. Tenía
mucho que no sentía esa felicidad completamente embriagante como cuando tocaron
”Todo por Placer” y Belen saltó al público para recordarnos que así debe ser la
vida, haciendo las cosas que realmente nos gustan y apasionan, sea lo que sea.
De la Monja Enana me alegró cuando tocaron: “Me
enamoré de un Robot”, “Casa de Muñecas”, “Quisiera ser cómo Lovercraft” y “Canción
de Amor #3”. Esa Anita tiene una personalidad taaaaan pop que te dan ganas de
ir a apretarle los cachetes (seguro muchos piensan en algo más porque se ha
puesto cada vez más guapa) como sea me encanta verlos bailar y bailar mientras
sueltan esas frases empalagosas que calientan el corazón.
La presentación duró poco más de 2 horas en las
que alternaron canciones de cada una de las bandas y prácticamente todas las
que tienen como Supergrupo, nunca fui fan de Aviador Dro pero me hicieron
bailar como loca, entre los estrobos y la música había momentos en lo que me
sentía totalmente drogada, no me podía detener, fue un sensación bien especial,
incluso amé el comentario final de mi madre: “Fue raro ver bailar a tanta gente
tan diferente, era como la escena de la cantina en Star Wars” jajajajaja.
Al día
siguiente fue el “De Toluca a Peluca Fest”, el cual se tituló así porque
literalmente fue dentro de una peluquería, era un espacio muy pequeño pero suficientemente
grande para la cantidad de personas que estábamos ahí, buena onda que hayan
organizado eso aunque fuera súper improvisado, la verdad es que hacía falta ver
a las bandas individualmente.
Llegamos justo cuando La Monja Enana estaba terminando, ya no pude
escuchar “Cartas de Amor” cómo lo habían prometido la noche anterior, pero de
inmediato empezó L-Kan y eso me hizo olvidar la mala suerte de haber llegado
tarde, tocaron muchas canciones que ya ni recordaban cómo “Mancha de Mora” o
“La Más Fane” aparte de su repertorio habitual, fue muuuy extraño verlos en un
lugar tan pequeño, incluso los sentí un tanto incomodos y al ser tan poca gente
no pudo darse esa explosión de energía que los caracteriza, a pesar de que
trataron de hacer lo suyo con todo y Belen siendo cargada por 3 personas al “lanzarse al público” jejejeje, definitivamente faltó algo, pero como sea siempre
es un privilegio estar cerca de una banda tan especial y divertida, no se
cuantos años más vayan a pasar antes de que volvamos a encontrarnos, así que
atesoraré ese momento de manera particular.
El
miércoles pasado me llegó un flyer que decía: “vete crudo a trabajar el jueves
que ya es diciembre” y hay cosas a las que uno no se puede negar… je!
Fue
la primera posada del Caradura con Belafonte, y después de haber estado
escuchando su “Le Petit Riot” no me resistí. Nos tocó escuchar a Galaxia Cero,
y sigo sin entender a LNG/SHT, no me gusta, y muchas de las cosas que dice me
parecen un tanto ofensivas, seguramente no entiendo su humor…. pero en fin.
Antes
de eso cantó Rodrigo the Zebra… me reservo mis comentarios…=S
Ya
tenía un rato sin pisar ese lugar y los baños me sorprendieron, están peor que
los del Alicia, no se qué les pasó, para los precios que manejan en las bebidas
creo que lo están descuidando bastante.
A
los Belafonte sólo puedo describirlos con una palabra DI VER TI DOS, hacen que
la pases muy bien en muchos aspectos, ríes bailas, gritas, “slameas”, de todo
un poco con letras que dicen mucho más de lo que parece. Esta vez pude
prestarle más atención a su ejecución y en definitiva son buenos músicos, sólo
que a veces la fiesta no deja apreciar eso, cómo sea me encantan.
Hay ocasiones en las que es imposible estar dónde nosotros quisiéramos, esta vez no pude asistir al concierto de NOFX, afortunadamente hubo quienes si lo disfrutaron y un amigo al cual admiro mucho por su pasión a la música nos cuenta cómo fue su experiencia, porque pocas personas entienden el significado y carga emocional que la música puede tener en nuestras vidas....
Esta es la cuarta
ocasión que veo a NOFX en vivo y cada una de ellas ha sido inolvidable por
diferentes razones. La primera fue en el legendario Warped Tour en 1998, el
cartel era increíble, si no me creen búsquenlo. Eso agregado a que estaba por
cumplir 20 años y tuve que ir a otro país para poder ver esto. La segunda fue
hace 6 años cuando tuve oportunidad de abrir el show en la ciudad donde nací. Increíble
ver cómo la gente se volvía loca al ver a una de sus bandas favoritas. La
tercera un día después ya que inmediatamente tomé un avión para volver al DF y
verlos acá de nueva cuenta. Allá pude cantar con mis amigos de toda la vida, acá
con los que me adoptaron.
Esta cuarta ocasión
fue distinta. El precio era más caro que todas las veces anteriores para empezar
y creo que eso influyó mucho para que no viera tantas caras conocidas como
hubiera querido. Aparte que había toda una controversia al respecto, pero eso
no tiene nada que ver con una actitud más o menos punk a mi parecer. Aunque
honestamente la situación no es la mejor últimamente, la realidad nos ha dado
duro. También fue distinta porque ahora fui con mi esposa.
De entrada el lugar
donde fue el show es interesante. Hace no mucho tiempo se aprobó una ley que
impide a los circos usar animales en sus espectáculos, ley que me parece muy
justa, pero no me parece justo que no hayan hecho un plan para prever que
pasaría con todos esos animales (situación muy triste ahora). Esa es otra
historia pero tiene que ver porque el lugar donde fue el show de NOFX es una
carpa de circo que ahora se ha vuelto un foro de conciertos llamado Carpa
Astros. Cuando llegamos sonaban Los Rebel Cats, que la verdad hemos visto en
otras ocasiones y ahora no se nos antojaba, así que fuimos a pasear por el
lugar.
El lugar está bastante
bien reciclado, hay un bar que simula un carrusel, food trucks, palomitas, en
fin, simula bastante bien un circo. Está lo suficientemente cómodo como para
pasar un buen rato. Sin embargo, tengo que decir que tuvimos un par de
problemas: primero, con los baños, que para empezar son portátiles, no hay una
zona exclusiva de mujeres y son muy pocos a mi parecer para la capacidad del
lugar; segundo, su método de venta de cerveza donde pagas en una mesa, te dan
un ticket y te diriges a una de las barras, donde en un momento se acabó y
tuvimos que movernos a otro lado a canjear el ticket, pero no te lo canjeaban
sin autorización por lo que tuvimos que comprar más cerveza, acto seguido, les
dieron autorización y cambiamos por mas cerveza, lo que dio por resultado que tuviéramos
mucha (lo cual nos hizo pasar un muy buen rato en realidad).
Después de sufrir
un poco para pasar a los baños, entramos a la carpa cuando empezaba el show de
Frank Turner & the sleeping souls. La verdad es que no conozco su música de
hace mucho, sino que empecé a escucharlos cuando supe que tocarían y vi algunos
videos de ellos en la red para ver si me animaba a llegar temprano a verles, me
convencieron y así lo hicimos. Turner empezó un poco abajo para mi gusto, pero
de la mitad del show en adelante fue un gran acto, realmente impresionante. De
esas bandas que tienes que ver en vivo. Un country punk rock que dan ganas de
escuchar y un show digno de recordar. El tipo se echó a la gente a la bolsa
cuando empezó a interactuar más, hasta el punto de lanzarse al público para
hacer un poco de body surf. Lo recomiendo ampliamente, yo si me volví fan después
de esto.
Luego vino el turno
de los NOFX que salieron de mucho mejor ánimo que las dos ocasiones anteriores
que les vi. Más relajados y risueños, haciendo parecer por momentos más un set
de stand up comedy que un show de punk rock. El show dio inicio y todo se volvió
una locura. Ahora si la carpa lucía bastante completa con un público que casi
la llenó, pues durante las bandas anteriores se veía a medias.
Los primeros temas
tuvieron algo de problemas con el audio, había un feedback ahí medio molesto
que para mi gusto arruino un poco Stickin in my eye por ejemplo, pero al final
no me importó escuchar una vez más esta canción que tantas veces toque y cante,
aunque ahora la cantaría un Eric Melvin pues Fat Mike se concretó a tocar el
bajo y hacer un par de coros. Luego llegó un momento extraño cuando tocaron Eat
the Meek, pues resultó que mi esposa la conocía (realmente no conoce tanto su
música) y me contó después que hace muchos años, al otro lado del país, cantaba
esa canción con un amigo. El Hefe mientras tanto cantaba Why must we stay,
where we don’t belong? Ambos migramos al DF hace ya algunos años.
La verdad es que
las canciones de NOFX van tomando otro sentido conforme pasa el tiempo. La
primera vez que les vi, hace ya casi 20 años, parece que lo único que escuchaba
era lo que mi espíritu punk me dejaba. Hace 6 años apenas escuchaba. Ahora lo
que escucho en sus letras es una especie de desilusión de la vida, de los
ideales que alguna vez perseguimos y que ahora veo esfumarse en gran medida.
Aunque son las mismas canciones, nosotros hemos cambiado.
El show siguió y
siguió. Un tipo se trepo a una de las columnas del circo y se lanzó con más
miedo que nada, haciendo una vez más lo que se ha vuelto un poco el chiste de
NOFX en México, donde siempre pasan este tipo de locuras (desde tirar la valla
de seguridad, lanzarse de balcones, o casi destruir un escenario).
De pronto soltaron
Leave me alone que me hizo recordar épocas inolvidables. En un momento mi
esposa al verme brincar y gritar como loco ante el paso de las canciones me pidió
que nos fuéramos al frente, más cerca del mosh pit. En un primer momento me
pareció una locura, pero al final lo hicimos. El alcohol nos hizo sentir de 20
años quizá y nos dio un poco de valor. Nos fuimos hasta el frente y la verdad
no estaba tan mal, podíamos respirar sin mucho problema y pasarla bien. Los
tiempos han cambiado, había menos gente, el boleto era más caro y ahora soy un
adulto que impone frente a los chavales.
En ese momento
tocaron Linoleum y todo se volvió una locura, el mosh se volvió casi general y
luego soltaron The Moron Brothers. Canciones de un par de minutos se volvieron
eternas y salimos de ahi tomados de la mano y como pudimos. Volvi a mis treinta
y tantos para conservar la integridad física de alguna manera, aunque no cambiaría
ese momento, la pasamos increíble.
The Brews fue otro
momento inolvidable. Cante y grite tanto que hoy he perdido un poco la voz,
pero no me arrepiento. El show terminó un poco como empezó, tranquilo y
sencillo. Melvin incluso se quedó unos minutos por ahí en el escenario,
mientras los técnicos desarmaban todo. Nosotros salimos muy contentos después
de haber visto un gran show, pero sobre todo, después de darnos cuenta lo que
hemos cambiado en los últimos 20 años... en todos los sentidos de la expresión.
La semana pasada fue el
aniversario de Red Bull Panamerika y lo celebraron con un concierto en el
Teatro Angela Peralta, un venue que me encanta. Me di una vuelta para ver a Astro y de paso a
Torreblanca.
Ta tenía un par de años que
no veía a Torreblanca, fue un tanto diferente, pero en definitiva lo disfruté
bastante, es una especie de Benny Ibarra moderno, con canciones muy del corazón
que de repente hacen soltar la lagrimita al mismo tiempo que te hacen bailar. Siempre
se hace acompañar de buenos músicos y eso hace que sean presentaciones
interesantes. Es chistoso como sus letras parecen ser de todos, podrían
cantarlas cualquier persona y generar el mismo impacto. Tuvo muchos invitados
que en realidad no aportaban mucho que digamos, pero bueno… supongo que habrá a
quien le haya emocionado.
Aunque tenía un montón de
ganas de ver a Astro, honestamente no fue su mejor show, creo que usaron mucho
tiempo en solos y riffs larguísimos que no eran los ideales para ese momento y
ese espacio, sabían que iba a ver mucha gente que no necesariamente los conocía
y para mi gusto habría sido mejor que se dedicaran a tocar sus éxitos o incluso
las canciones más animadas del nuevo disco, ni siquiera tocaron Colombo, de
cualquier manera yo estaba totalmente embelesada con las piernas de Andres,
maldigo el momento en el que mi amiga lo hizo notar porque desde ahí no pude concentrarme
en otra cosa. Amo a Astro pero un setlist como el que les oí en el Hellow Fest
habría sido ideal para esta ocasión.
Yo me fui temprano porque
tenía negocios que atender pero a mis amigos que llegaron más tarde les tocó
vivir la experiencia portazo y lo cuentan como una experiencia épica, con un
sujeto que nombramos “El Pipila de Polanco” recibiendo unas cuantas descargas
eléctricas por abrir una de las puertas desde adentro, otro amigo escalando las
gradas, siendo ayudado por desconocidos que apoyaban la misión, al parecer fue
bastante divertido, incluso más que ver al resto de las bandas, aunque tenían
ganas de escucharlas.
No puedo imaginar cómo
hubiera resultado todo eso si lo hubieran hecho en el Parque México,
definitivamente habría sido una locura mayor porque se habría acercado más
gente que sólo estuviera pasando por ahí. Yo no puedo quejarme porque a mí me fue muy bien, no tuve que formarme para absolutamente
nada y vi gratis a una banda que me gusta muchísimo a unos cuantos minutos de
mi casa, sé que no todos tuvieron la misma suerte y los organizadores tendrán
que considerarlo porque aunque la intención fue buena podrían haber tomado en
cuenta cosas tan obvias cómo el aforo.
Un
Corona más… aunque cada año diga que ya no voy a ir al siguiente, sigo sin
perderme uno sólo desde su antecesor “Corona Music Fest” en el 2006. Ahora, 9
años después no me arrepiento en lo más mínimo de no ser fiel a esa idea y
regresar una vez más, en esta ocasión gracias a Death from Above 1979 y Mew que
sin duda siguen retumbando en mi cabeza y mi corazón.
El
primer día, desde que nos acercábamos al Foro Sol había algo extraño en el
ambiente, no había tráfico, no se veía mucha gente, nos tocó lugar de
estacionamiento justo en las taquillas de la puerta 6… aunque sabía que éste ha
sido el que menos boletos ha vendido y que la mayoría asistirían hasta el
domingo, no pensé que fuera tanto así, tenía la esperanza de que después llegara más gente, pero no, todo el tiempo
estuvo como a la mitad de su capacidad, a tal grado que siempre hubo internet y
podías ir de un escenario a otro sin problema alguno. Otro cambio que agradecí
muchísimo fue la nueva ubicación del escenario Doritos, no podía ser más
perfecto, llegar fácilmente sin tener
que hacer caminatas maratónicas fue lo mejor!!!
La
inclusión de Capital Gorumet con esa cantidad de gente fue otro éxito porque
nos dio oportunidad de comer muchas
cosas deliciosas mientras disfrutábamos de los conciertos, algo que yo he
celebrado desde que comenzaron a incluir una mayor oferta gastronómica en los
festivales.
Quien
haya tenido la idea de poner una carpa de pinballs y maquinitas fue simplemente
un GENIO! De verdad! Es algo que no me había tocado en otro lado y lo disfruté
muchísimo, porque aparte la curaduría fue excelsa, no podía esperar a los
espacios entre nuestra selección de bandas para poder ir a jugar.
No
llovió, no hizo tanto sol, se puede decir que en términos generales fue un buen
evento, tampoco soy de las que dicen que ha sido el mejor, pero si uno bastante
cómodo.
Un
placer como siempre encontrar a tanta gente conocida, algunos que no veía desde
hace años, sigue siendo el evento oficial de los re encuentros.
El
sábado teníamos toda la intención de llegar a Wild Nothing, pero la vida no nos
quiso ahí, así que llegamos a la mitad del show de Alvvays, muy bonitos,
ideales para comenzar el día cuando aún había un poco de sol. De ahí nos tocó ver
toda la presentación de DIIV, que no eran para nada cómo los imaginaba, fueron más
festivos de lo que esperaba y quedaban perfecto para el mood Californiano que
estábamos viviendo.
Chairlift
me decepcionó, entre que les dio por tocar un montón de canciones nuevas, y que
no mostraron nada de la energía que supuse tendrían en el escenario, me
aburrieron un poco y honestamente de haber sabido podría haber llegado hasta
Father John Misty sin ningún problema.
Amo
a los Psychedelic Furs, pero hay algo que me pasa cuando veo que una banda
realmente envejece, me genera algo de aversión, se vuelve muy bizarro y este es
el ejemplo perfecto, de verdad era taaan extraño, lo único que pensaba mientras
los veía era “Richard, por favor no bailes, por favooor!” cómo sea siguen
haciendo lo suyo, esta padre poder haberlos escuchado, pero creo que prefiero
quedarme con los discos.
Father
John Misty fue bien diferente a la vez que lo vi en Coachella, yo ya iba
preparada para una hora de lloriqueo y no fue así, su actitud de Jesucristo
resucitado nos hizo que la pasáramos bien entre odiándolo y amando sus
canciones.
El
momento más increíble del día llegó con Death from Above 1979, aun no puedo
creer que haya esperado 11 años para verlos, es de esas cosas que crees que ya
nunca van a suceder y de repente puuum!!! Y eso que el año pasado había perdido
un poco la esperanza porque por una u otra razón no podía cacharlos en
festivales de Estados Unidos, pero yo sabía que ese espectacular gigante del
“Physical World” a fuera del metro que tomaba todos los días en Chicago era una
señal!
Cabe
mencionar que estaba sentada cuando comenzaron a tocar y desde el primer acorde
me hicieron saltar como resorte y correr hacia el frente del escenario, QUE PINCHES
BUENOS SON! Fue completamente emocionante y estremecedor, es difícil entender
cómo un bajo y una batería pueden hacer eso, me hicieron agitarme como hace
mucho no lo hacía. Es de las pocas bandas que me faltaban ver antes de morir
(Tahiti 80 y La Casa Azul, ya llegará tu hora!) y se me hizo! no puedo decir más al respecto, de
verdad fue fantástico y los amo!
No
teníamos pensado ir a Ryan Adams, pero dada la cercanía de los escenarios le
echamos ojo un ratito, lo hace muy bien, es de esos actos que vale la pena
apreciar en vivo porque te llenas de la energía de un grupo de buenos
instrumentistas acompañando grandes canciones.
Siguió
Beirut y fueron otros que me volaron la cabeza, honestamente me arrepiento de
haberme salido a la mitad para llegar a los Libertines. Porque que bien tocan,
yo lo había planeado de esa forma porque pensaba que me aburrirían y no fue
así, me dolía cada paso que daba para alejarme de su escenario, estaba hipnotizada
por su sonido, entre que me daba nostalgia y al mismo tiempo me ponían de
buenas, era una vibra súper padre y feliz, tantos instrumentos, tanta magia…
espero poder volver a verlos pronto.
Perdón,
pero los Libertines ya no son los Libertines que conocimos hace 13 años, para
mi resultó tan triste como si viera a los Strokes en este momento sin haberlos
visto en mi adolescencia, había algo que no terminó por convencerme, obvio
disfruté sus himnos de entonces y un par de las nuevas que me gustan, pero me
hicieron sentir descontextualizada.
El
domingo fue otro gran día, una de mis cosas favoritas de los festivales es
poder compartirlos con las personas que más quieres, desde la planeación, la
emoción de los días previos, las actividades adicionales etcétera, en esta
ocasión: despertar, ver “Nick and Norah Infinite Playlist” e ir a brunchear
algo delicioso hizo por completo mi mañana, aunque debido a ello ya no llegamos
a Milo Greene. Fue hasta The Grisworlds que pisamos el Autódromo, mi primera
impresión: “Dios! Son los Astro!” No solo por el vocalista, había algo en su
sonido tropical que me obligaba a hacer esa relación, y la pasé igual de bien
que en uno de sus conciertos aunque nunca los había escuchado.
A
otro del que había escuchado muy poco fue Shamir, al que me tocó ir de
acompañante y que gran acierto! Bailamos, bailamos y bailamos como si no
hubiera mañana, otra de esas presentaciones en el horario perfecto para
calentar motores, yo tarde mucho en entender si era niño o niña, pero eso lo
hizo aún más divertido.
Seguimos
en la fiesta total con Miami Horror, desafortunadamente fue el momento
complicado de reunirnos con los amigos, porque teníamos que celebrar el hecho
de que yo estuviera ahí y que mejor manera que bailándole a la vida, lo malo es
que para ese momento aquella quimera de un festival con buena conexión había
desaparecido y fue un relajo encontrarnos entre “dónde estás?... te espero
aquí… ya me moví… ya estoy con los demás… Ahora dónde estás tú… te fui a
buscar…etcétera…” al final lo logramos, al menos para las últimas canciones lo
bueno es que mi partner in crime y yo habíamos logrado disfrutar del show entre
tanta buscada, literalmente fue una fiesta, aunque debo de decir que me quedo
con otros parrandones del estilo como Matt and Kim, Friendly Fires y por
supuesto !!!
Lo
mejor del domingo para mí llegó con Mew! Hace 6 años que no los veía, aquel fue
uno de los primeros conciertos a los que recuerdo haber ido con mi ex, así que
lo evocó con mucho cariño. Ésta ocasión fue totalmente diferente, la fuerza que
mostraron en el escenario fue IN DES CRIP TI BLE, verlos en un entorno abierto,
con tanta gente emocionada, fue la onda! Podría decir que todas fueron mis
favoritas, pero Special y Satellites… pffff y quien no lloró en Comforting
Sounds tiene un maldito corazón de piedra, fue de estas presentaciones que me
hicieron sentir etérea por unos instantes, de verdad fue lo máximo.
Después
del trance, fuimos a comer algo y nuevamente nos separamos, aun no entiendo
cómo un amigo que dice ser muy fan de Savages y Deap Vally prefirió prescindir
de Sleater Kinney, es inconcebible, pero equis… lo mejor de tener al mejor
partner in crime del mundo es que siempre te acompañara a brincar y emocionarte
con tus cosas favoritas. Yo cómo puberta enamorada gocé un montón de su
presentación porque sus nuevas canciones me gustan bastante y como era de
esperarse abarcaron gran parte de su set.
Para
Pixies yo ya estaba un poco (muy) enfiestada así que más que disfrutarlo me
enfadó re confirmar que eso ya no es Pixies y todos lo sabemos, es una especie
de banda de covers que lo hace muy bien, pero no es lo mismo, preferí quedarme
con su presentación del año pasado en Coachella, porque a pesar de que era la
misma alineación me dejó con un mejor sentimiento. Mejor nos fuimos a Ravear DU
RI SI MO con Fatboy Slim, desde aquel Vive Latino que no lo escuchaba y no
recordaba lo bien que la paso con sus visuales y la vibra que provoca en todos,
fue súper chistoso porque justo esa semana mi crush brutal con los Talking
Heads había estado más que presente y cuando David Byrne apareció en la
pantalla gigante cantando Psycho Killer… pffff explosión mental!!! Brinque,
grite, baile y enloquecí como pocas veces lo hago, cualquiera habría pensado
que estaba en ácidos o algo.
De
ahí cruzamos a Ratatat y sus guitarras mágicas, todo el tiempo me hicieron
sentir que era parte de un videojuego, era cómo un loop de esas maquinitas de
baile, yo feliz como lombriz, me encanta verlos en vivo y dejarme seducir por
sus canciones eternas.
Chromeo
empezó súper tarde y yo ya estaba destruida pero aun así me hicieron moverme un
poquito, era imposible no hacerlo cuando veías que a tu alrededor absolutamente
todos estaban bailando, lo que no había sucedido en ninguna de las
presentaciones que vi ese fin de semana. Siento que la carpa era muy pequeña
para su producción, y hubo algo que no me hizo enloquecer cómo otras veces,
como sea siempre es un placer mover un ratito los huesos con esos muchachitos.
Así
mi CC15, ya veremos si el próximo año ahora si cumplo mi promesa =P
El sábado anterior tuve un encuentro más con Metric. A diferencia
de las veces anteriores, esta ocasión tenían más producción y entre sus lentes, máscaras, luces y
accesorios, lograban mantener entretenidos a todos, incluso a los que no somos tan fans, creo que
esos elementos visuales hacen realmente interesante el show.
Yo pensaba que su sonido tan saturado era
producto de los lugares en los que me había tocado verlos, pero no, ya llegué a
la conclusión de que así suenan siempre y creo que es una de las cosas por las
que no tienen del todo mi corazón.
Sin embargo canciones taaan fuertes cómo “Gymme
Sympathy” o “Breathing Underwater” hacen que valga la pena escucharlos una y
otra vez, lástima que para el encore, que fue cuando las tocaron yo ya estaba
sumamente cansada, gracias a la noche de destrucción que había vivido un día
antes. Lo único que pensaba era: “si ellos, que se ven tan grandecitos, pueden
obvio yo también”, porque no sólo la banda se veía con bastantes años en el
bolsillo, también la mayor parte de los asistentes, y eran curiosos, porque se
notaban sumamente serios, a pesar de estarlo disfrutando.
Yo me quedo con: Is this my life? aaaahhhhhh and Am I breathing underwater? =D
Al día siguiente fui de nuevo a ver Limbo,
ahora sin Natalia Lafourcade =P
No cabe duda que es una graaaan puesta, fue
totalmente diferente a la vez anterior, lo que hace que quiera verla miles de
veces sin cansarme, incluso la historia dio un gran giro cuando incorporaron
por más tiempo de lo normal a un miembro de la audiencia.
En definitiva me quedo con el Teatro de la
Ciudad, la vibra y la producción del lugar, pero como sea fue bonito tener la
oportunidad de apreciarla de nuevo antes de que se vaya hacia otros horizontes.
Nuevamente la invitación a que no le pierdan la
pista a lo que hace Chula y la pequeña (pero bonita) escena de clown de nuestra
ciudad.
La semana pasada, mi domingo musical comenzó desde temprano en El
Palacio de Bellas Artes con la Sinfónica Nacional interpretando algunas
melodías de la primera trilogía de Star Wars. Fue una sensación súper bonita
ver a tanta gente con playeras y disfraces de la saga, notablemente emocionados
por lo que iba a suceder.
Entrar a tan impactante recinto con Stormtroopers resguardando las puertas te
hacía sentir en una sesión del Senado Galáctico.
La interpretación de los bailarines que acompañaron el concierto no guardaba
relación con las canciones, incluso perdía todo sentido con la historia
original, pero como sea estaba padre ver a los Jedis corriendo por ahí. De
hecho eso fue lo más entrañable, sentir la fuerza al rededor, no pude ni
ponerle atención a la ejecución de los músicos, estaba completamente emocionada,
dejándome llevar por esa sensación.
Creo que no fui sólo yo, la mayoría de los asistentes bailoteamos como niños
con la canción de la cantina y nos quedamos esperando una gran entrada de Darth
Vader en la Marcha Imperial. Dudo mucho que los que montaron en espectáculo
hayan visto las películas, pero honestamente no me importo en lo más mínimo,
fue bonito disfrutar de esa experiencia.
Ya en el mood infantil fuimos a la FILIJ a ver a Jean Loup. Le tengo muchísimo
cariño a esa feria porque mi madre me llevaba todos los años cuando era niña, y
esos fueron de mis primeros acercamientos a la lectura y la música.
Es de esas ocasiones que te das cuenta que sí hay mucha gente que lee y que
cosa más linda que los pequeños acercándose a las diferentes expresiones
artísticas.
En cuanto a la presentación de Jean Loup, me di cuenta que de las veces que los
he visto, ya me estoy aprendiendo sus canciones. Creo que definitivamente su
onda es en vivo, no se me antoja mucho escucharlos en disco pero cuando los
tengo en frente es todo un placer.
Estuvo padre ver a los chiquillos bailando sus canciones, incluso había uno
como de 7 años haciendo brake dance, fue muy divertido. Y creo que la
naturaleza del evento: gratuito e infantil, los tenía en todo su elemento.