martes, 25 de abril de 2017

Nada de esto fue real, nada fue casualidad

No sé por qué en mi mente International Citrus Band era una banda de ska, jajajajaja, seguramente los estaba confundiendo con Triciclo Circus Band, los cuales, para colmo, tampoco hacen ska, pero la semana pasada que leí que se presentarían con Belafonte  estaba convencida de que iban a tocar con una banda de ese género y vaya sorpresa que me dieron, no podría haber estado más equivocada.

Después de 2 horas de espera para entrar al Espacio X del CCE nos encontramos con un montón de sillas y micrófonos en el escenario, lo que anunciaba que primero se presentaría aquella banda de la cual no sabía nada. Unos señores que según sus propias palabras tocaban temas característicos de los sitios de los que provenían, de música medieval a flamenca pasando por un montón de tradiciones que ellos mismos explicaron, pero honestamente no recuerdo del todo. No cabe duda que eran muy buenos ejecutando sus instrumentos y que se sentían realmente orgullosos y felices con lo que hacían, lo mejor fue cuando subieron algunos músicos de son jaracho a acompañarlos en El Chuchumbe. La verdad me sorprendió gratamente ver el respeto con el que se trató a la agrupación, a pesar de que la mayoría de los asistentes estábamos esperando a Belafonte. Resultó una experiencia sumamente contrastante y divertida.

Belafonte logró hacernos bailar como siempre con los éxitos que ya forman parte de mi soundtrack personal y las canciones nuevas prometen un disco bastante interesante, había tenido la oportunidad de escuchar algunas maquetas y un par de canciones la vez anterior, sin embargo en esta ocasión se escucharon mucho mejor, seguramente debido a la sobriedad en el ambiente, lo cual me hizo comprobar que independientemente de lo entretenido que es verlos en vivo son buenos músicos y ni hablar de las composiciones de Israel….

Justo unos días antes había estado pensando en cómo es que llegaron a mi vida y cómo cada una de las veces que los he visto han significado un momento especial para mí, en todos esos shows hubo ciertos detalles que se quedaron fijamente grabados en mi mente, a pesar de mi mala memoria, lo cual es extraño, pero por algo se han quedado, a diferencia de otros....recuerdos, historias, personas, victorias que se van, cómo un ciclón que pasó y que nadie advirtió…. Como Kerouac on the Road.


lunes, 10 de abril de 2017

Experiencia “estraña”

Para ser de las personas que pensamos que Björk vino a hacer su agosto después de un show en el Auditorio sin mayor relevancia y todo el drama ocasionado por los cambios en Ceremonia para otra presentación decepcionante (debido en gran parte a las altas expectativas que se tenían al respecto), la exposición del Foto Museo 4 Caminos me dejó gratamente sorprendida, incluso creo que si hubiera asistido antes de escucharla en vivo habría logrado estremecerme mucho más.

A esas alturas no esperaba nada de Björk Digital, y mi opinión de que no sería la gran cosa se fortaleció al iniciar el recorrido, en el cual sólo nos dejaron interactuando con la aplicación de Biophilia, para dar paso al cuarto en el que replicaron el sonido envolvente de Black Lake con bocinas individuales para cada uno de los instrumentos, ahí la cosa comenzaba a ponerse interesante, de entrada, el trasfondo contextual de las canciones: el proceso de duelo después de una separación amorosa. A pesar de que el video soporta muy bien esta historia y deja ver el dolor inicial de Björk ante esta situación, tampoco logró emocionarme más allá de la experiencia auditiva y visual.

Cuando bajamos para ver los videos en realidad virtual y entramos a un espacio con un montón de bancos con visores y audífonos es algo “estraño”, no me imaginaba lo que estaba por vivir.

Cuando vi Stonermilker por primera vez no me pareció innovador a pesar de todo el ruido se hizo al respecto, pues claro, no lo estaba apreciando como debía, con el equipo necesario y en total inmersión. Ya con el visor colocado, al abrir mis ojos y sentir como si me hubiera tele transportado cerca del agua, a una costa de Islandia fue una sacudida que me hizo estremecerme, situarme en un lugar con una carga emocional tan fuerte para mí fue sin duda un golpe bajo. Si algo he comprobado en los últimos meses es que los mensajes de la música llegan cuando deben (como todo) y encontrarme ahí escuchando una canción que lo dice todo, partiendo de su hermosa línea de apertura “A juxtaposition in fate find our mutual coordinates” todo lo que se menciona en esa letra me hizo pensar en cómo el destino nos coloca y descoloca en los lugares exactos, nos acerca y aleja de las personas a nuestro paso en el momento adecuado (el único que existe) y muchas veces por más que queramos aprovechar esos instantes de magia únicos en la vida al tratarse de relaciones si una de las partes no está presente mental o emocionalmente simplemente transcurre… se vuelve un elemento contextual más, alguien que sabes que en algún momento coincidió en esa breve  sincronización de sentimientos pero ahora es cómo si nunca hubiera existido, y darse cuenta de eso es intenso. No se en que momento habré comenzado a llorar o cómo es que me veía desde afuera, que al quitarme el visor el guía se acercó de inmediato a preguntarme si estaba bien, y así era, sólo que estaba “coagulando”…

Family es divertido porque interactúas directamente con el video y son esos detalles a los que no podrías accesar tan fácilmente desde otro sitio. Quicksand y Mouth Mantra fueron interesantes, visualmente impactantes, pero sin la fuerza que sentí en los anteriores y en Notget… que bien que lo dejaran al final, para alimentarte de esa fuerza del renacimiento en una misma vida, el saber para crecer hay que caerse, sanar, y evolucionar, que al final es lo que muchos (no todos) queremos… “We carry the same wound but have different cures similar injuries but opposite remedies”.

Yo desconocía que ese disco es un trabajo muy personal para Björk, que toca directamente el tema de su separación, la desintegración de su familia, la crisis por la posibilidad de perder su voz y el duelo… cosas que de una u otra forma hemos pasado y que nos hacen conectar directamente a pesar de que no sea literalmente la misma historia

Después de esas increíbles vivencias te llevan a una sala de proyección en la que se anuncia nada menos que 2 horas de videos de la cantante, lo primero que pensé fue “vemos 2 y nos vamos, para eso los veo en mi casa” pero cuando menos me di cuenta ya llevábamos 1 hora ahí y yo seguía igual de emocionada que en el video 1, fue cómo entrar a una capsula del tiempo directito al final de los 90’s, una de las etapas más felices en mi historia, no había notado que o en serio tiene muchos éxitos o yo en verdad era muy fan y no me había declarado del todo porque me sabía todas las canciones y fue bastante agradable estar ahí reviviendo aquellas épocas.


No duden en asistir a la exhibición, en verdad creo que vale la pena, yo espero poder volver a visitarla antes de que la quieten. Mientras tanto aprovechen los descuentos de este fin de semana.


miércoles, 5 de abril de 2017

Takk

Pues si…. Aquí estamos de nuevo…. La música me trajo de vuelta, a hablar de la misma banda que la primera vez que abrí esto, ya tenía mucho tiempo que no sentía esta necesidad de escribir sobre mi experiencia en un concierto, pero lo que sucedió antier fue tan sublime que no puedo quedármelo dentro.

Estaba pasando por un momento emocional complicado, por lo que ni siquiera tenía presente que el concierto de Sigur Ros se acercaba, hasta la semana pasada me di cuenta que en mi euforia y sueños premonitorios mal interpretados había comprado 4 boletos los cuales (para mí) ya tenían nombre, al final la vida movió las cosas y ahora necesitaba cambiarlos, venderlos o algo, afortunadamente todo se acomodó (como siempre) y me quedé con la oportunidad de verlos 2 veces y compartir ese momento tan especial con las 2 personas que más me aman en el mundo. La situación por la que atravesaba era tan extraña que ni siquiera me dio tiempo de disfrutar esa emoción anticipatoria que me da cuando se avecina un concierto importante para mí, llegué hasta mi asiento sin ninguna expectativa de por medio, consciente de que vería a una de mis bandas favoritas, pero sin imaginarme lo que estaba por suceder.

La música de Sigur Ros y sus shows en vivo son el ejemplo perfecto de ciertas cosas de la vida… de cómo muchas veces para poder aspirar a la luz tienes que haber experimentado la oscuridad en su plenitud, todo puede ser tan confuso y templado al mismo tiempo, porque es parte de lo mismo, creo que hasta antenoche no había vivido de esta manera esa sensación de unidad.

El segundo exacto en el que se encendió la pantalla después de un momento de penumbra que anunciaba el inicio del concierto fue como re encontrarme con el amor de mi vida, verlo directamente a los ojos y observar como en una película absolutamente todos los momentos de máxima felicidad que pasamos juntos, esa sensación de eternidad indescriptible, esa verdad proveniente de la intuición que te dice que estas completando algo más grande que ti mismo, el amor que trasciende la razón. Ahora que en parte se cuál es el papel que la música juega en mi destino puedo estar segura de que no podía ser de ninguna otra manera (You cannot mess with the light), estaba ahí para observar ciclos que se terminan y reinician incesablemente.

Por cuestiones de trabajo (y algunas personales) últimamente he estado muy involucrada en comprender y experimentar las frecuencias de nuestras ondas cerebrales dependiendo de distintos estados de consciencia y lo que pasó antier estuvo muy cabrón! Creo que varios de los asistentes estuvimos a nada de alcanzar deltas, fue algo más allá del llanto desmedido y la felicidad interna que siempre me provoca el verlos en vivo. Mientras estaba ahí totalmente poseída por lo que estaba percibiendo pensaba en que si tuviera que elegir un concierto de limbo personal podría haberme quedarme justo en ese momento indefinidamente. Era emocionante sentir ese vibrar tan profundo de mi pecho, notar como se expandía y se fundía en el universo.

Definitivamente verlos en las condiciones del Auditorio fue lo mejor, permitió una plena contemplación de su música y escenario, podía apreciar mis células sanando… radiando. Fue increíble!

La segunda fecha fue un poco menos impactante, a pesar de que teníamos lugares más privilegiados, los asistentes eran diferentes, menos interesados, más platicadores y molestos, sin embargo, pude observar detalles que no había visto la noche anterior, poner más atención a su ejecución y a la belleza de sus melodías.

No puedo más que decir GRACIAS a la vida, a la música, a Sigur Ros y a todo!