domingo, 30 de junio de 2013

Podría contar mi vida uniendo casualidades

El viernes fue uno de esos días donde una serie de eventos inconexos coincidieron para que algo padre sucediera.

Desde hace un par de meses tenía ganas de volver a escuchar bandas mexicanas, y estaba en búsqueda de alguna que realmente lograra conquistarme y así fue como llegue a I Can Chase Dragons! en Baidora y poco a poco empecé a entrarle a los proyectos que estaban al rededor.

Que suerte la mía de que hubiera una sesión justamente con ellos, Fishlights y The Plastics Revolution, pero más suerte aun de haber podido asistir.

Fue una experiencia fuera de lo común, era un poco incomodo estar en un salón tan grande siendo tan pocas personas, sin embargo resulto divertido e interesante.

Ya había tenido la oportunidad de ver a I Can Chase y Fishlights en acústico, y como me gustan! Los primeros, tienen un sonido súper orgánico en esa faceta y muestran una complicidad tan evidente que termina envolviéndote. El proyecto de Fernando es tan lindo que siempre me termina cautivando, esta vez toco un cover, que si bien me gusto, en definitiva me quedo con sus composiciones, creo que ese toque personal siempre le da algo especial al asunto.

Me faltaba ver a The Plastics Revolution, y en definitiva ganaron mi corazón, es bueno encontrar una banda con canciones bien construidas, que logran integrar muchos elementos sin terminar sonando "atascados", al contrario, se complementan bastante bien y la forma en la que juegan con sus voces le da un plus bien particular.

Algo que me llamó mucho la atención, es que a pesar de que los 3 proyectos son diferentes, yo sentía el espíritu de Erlend Oye (en sus diferentes facetas) en cada uno de ellos, fue chistoso, pero había elementos que me recordaban su trabajo de varias maneras.


Ya tenía rato de no estar en una grabación de ese tipo, que parecía más bien un ensayo, no porque sonaran mal, si no por esa intimidad que deja ver un poco como funcionan. Recordé mi tesis de licenciatura sobre las características psicológicas de los grupos musicales, justo por esa complicidad de la que hablaba, la amistad, la evidente diferencia de personalidades, y los roles tan marcados que se asemejan a los familiares, hacia un buen que no lo veía en acción, pero volví a confirmar que se necesitan todos esos elementos (entre otros) para conseguir un resultado tan bueno. Como me hubiera gustado conocerlos cuando hice mi investigación.

En general interesante experiencia y muy buenas bandas de las que espero poder seguir escuchando.





Me gusta la música pero yo no le gusto a ella

El fin de semana pasado mientras escuchaba a mi mejor amigo de la secundaria tocar una canción de los Red Hot Chilli Peppers, de nuevo me acorde de aquella ves que fuimos a su concierto hace más de 10 años. Me puse a pensar lo importante que ha sido la música a lo largo de toda mi vida. 

Me doy cuenta que ha estado siempre conmigo, la amo, la siento, la conozco.... Pero no puedo tocarla!

Creo que es una especie de incapacidad física, simplemente no tengo la habilidad, porque vaya que lo he intentado, justo este amigo probó enseñarme batería hace unos 9 años, 2 años después mi novio de entonces trato de compartirme su pasión por el bajó, tampoco funciono... Tome clases formales de guitarra, piano, solfeo y hasta canto pero nada se me dio. Varias veces al estar en ensayos de bandas amigas o en fiestas en las que "se aventaban un palomazo" (como diría cualquier chavo-ruco) me hacían tocar cosas básicas pero nunca pasaba de ahí. Cuando conocí el theremin pensé que mi salvación había llegado, ya había conseguido quien me enseñara y todo, pero nunca pase de la teoría.

Antier mi amigo (el de la batería) me visitó y comenzó a explorar el iPad y de repente ya tenía una canción. Hace poco visite a alguien en Cancún y mientras me bañaba alcanzaba a escuchar como jugueteaba con su guitarra y su sinte y ahí estaba! Otra bonita melodía.

Lo que me llevo a la conclusión: que no importa que no pueda, soy bien afortunada al poder disfrutar el hecho de que otros lo hagan.


Como un amigo siempre dice "no trates de entenderme, sólo quiéreme"
No hay más! No la entiendo pero la amo.

miércoles, 19 de junio de 2013

Escuchando a "Los Arcoiris"

Otro de los discos que estaba esperando para este año, y que igual que el “Silent Yourself” no tiene ni la mitad del carácter de lo que la banda tiene en vivo, pero no por eso deja de ser bueno: el debut de Bosnian Rainbows.

Que puedo decir… es el resultado de uno de mis músicos favoritos haciendo pop, algo comercial, pero que tampoco deja de sonar a proyecto de Omar Rodríguez.

El acomodo de las canciones no es tan redondo cómo yo hubiera querido, ya que empieza muy bien y al final va perdiendo un poco.

En lo personal las 2 últimas canciones no me encantaron musicalmente, pero sus letras sí. Teri suena diferente en “Red” a comparación del resto de los tracks, y por más que odie la comparación, el final de “Mother, Father, Set us Free” me recordó mucho a los Yeah Yeah Yeahs.

“Dig Right In Me” y “Torn Maps” son un tanto parecidas, al menos en su estructura, pero la realidad es que ambas me gustan.

Haciendo eso de lado, mis favoritas sin duda son “Morning Sickness” y “I Cry for You”, son tan simples que me fascinaron inmediatamente. La primera por ese loop de bajo que complementa perfectamente a la guitarra, dejando un ritmo pegajoso la mayor parte del tiempo con sus momentos justos de oscuridad y lentitud. Y la segunda porque no podría tener un coro más marcado, me gusta muchísimo el momento que indica una aceleración en el ritmo: la batería sube de intensidad, hay un breve silencio de los instrumentos y pum! se llena de fuerza!

“Worthles” también tiene algo, sencillamente no puedo sacarla de mi cabeza, entre sus sintes, la letra y el estribillo acompañado sólo con el piano para después tener una instrumentación bastante completa, no se… es muy pegajosa.

Han recibido varias críticas, pero para mí es interesante ver cómo una misma persona puede hacer cosas tan diferente, el ejemplo más claro es “The Eye Fell in Love” que con todo y su inicio que parece ambientación de una película de terror antigua, en la guitarra no detecto casi nada de lo que Omar me tiene acostumbrada, es mucho más dulce… es una balada, aunque al final estalle un poco. Muy diferente en ese sentido a “Turtle Neck” que termina con un sonido que reconocería a kilómetros de distancia.


En general creo que es un buen disco, divertido y que no me canso de escuchar, aunque definitivamente lo mejor es cuando se puede presenciar uno de sus shows.

Denle al streaming aquí antes de que lo quiten.


domingo, 16 de junio de 2013

Looking backwards

Cuando llego a ir cerca del lugar donde pasé la mayor parte de mi infancia siempre me viene un sentimiento difícil de explicar, no es añoranza ni recuerdos, es una emoción abrumadora que hasta la fecha no he podido describir.

En gran parte de eso se trata "Death Cab for Cutie at the Mt. Baker Theatre". 

Ame la forma en la que Ben Gibbard habla sobre mirar hacia atrás y ver el lugar en el que solías "hacer esta cosa".

En el caso de la banda hablan de Bellingham, donde vive su pasado, y aunque hacen referencia a lugares específicos como la casa en la que ensayaban creo que va más lejos, tiene que ver con la concepción de "hogar" y aplica igual en lo individual, va más allá de las cosas que sucedieron ahí, tiene que ver con los significados que vamos dando, todo lo que fuimos y construyó lo que ahora somos.

Ver esto en una banda que en lo personal admiro mucho por la manera en la que han madurado me hizo entender mejor el porqué lo han conseguido. Tienen muy claro cómo funciona la vida, sus diferentes etapas, la importancia de formar una familia y una percepción del tiempo bien especial. 

Pero para llegar a ese punto tuvieron que pasar en algún momento por los sueños que implican tener una banda, como ellos mismos lo dicen, pasar de ser 4 personas a ser un crew que cada vez crece más. Es complicado, me ha tocado ver de cerca como esta transición no resulta nada bien para algunas bandas o personas, se quedan atorados en lo que en el documental se menciona como un "estado suspendido de adolescencia".

Death Cab for Cutie logró evolucionar, no sólo su música, también como banda y como personas porque desde mi particular punto de vista es imposible lograr uno sin el otro. Ellos mismos lo dicen, en algún momento hacer gira se convirtió en "vacaciones de la vida real"

¿Qué pasa cuando la fantasía se materializa? pero no en sentido mágico-esperanzador, más bien cuando todo lo que querías alcanzar un día simplemente llega, y esa realidad de la que querías escapar deja de existir para dar paso a una ilusión que ahora es tu presente.

Comienzas a generar nuevos sueños y a hacer otras cosas porque no puedes quedar estancado en una etapa para siempre.

Y en este 2013 a 10 años del disco que cambio sus vidas no puedo esperar por escuchar el Transatlanticism completo en vivo! =D


viernes, 7 de junio de 2013

Re-viviendo momentos

Hace poco vi la película de Coachella, que compré este año en ese mismo lugar. Recuerdo haberla visto hace unos 7 años y haberme enamorado....

Muchas de las bandas que salen en el documental son de mis favoritas, aparte la manera en la que te cuentan el concepto del festival hizo que fuera una de mis metas asistir alguna vez.

La hermosa sonrisa de Omar Rodríguez al platicar de su experiencia. Lo bonito de la participación de Belle and Sebastian, The Polyphonic Spree y Bright Eyes. Las increíbles presentaciones de Zero 7, Radiohead y Bjork, la graciosa introducción de los White Stripes. El momento del show de Belle and Sebastian cuando se mezcla con el de los Foo Fighters. La locura generada por Morrissey…

Una de las cosas que más recordaba es la presentación de los Flaming Lips, me dejo unas ganas enormes de verlos en vivo y mover los bracitos de karate en “Yoshimi Battles the Pink Robots”, lo cual pude cumplir el día de su presentación en el Motorokr 2008.

Me encantan algunos de los comentarios del documental: cuando Michael Franti habla de que la gente se junta por un propósito y en ese caso es simplemente la música; Wayne Coyne diciendo que los festivales reúnen a la gente con “algo” en común para tener una “experiencia” juntos. Y la forma en la que hablan de los Stooges y Pixies como bandas leyenda desde su posición de fans, más que de músicos, porque todos admiramos a alguien, no importa quienes seamos.


No cabe duda que la música forma parte esencial de la vida de muchos y escucharlo de boca de quienes la hacen posible solamente lo confirma.



¡Que se queden aquí hasta que reviente mi cabeza!

Antier vi a 424 y Astro en el Caradura (ya no pude quedarme a Centavrvs). Tuvimos que esperar muchísimo pero en definitiva valió la pena!

Aunque entiendo por qué tardan tanto para que salgan las bandas, cuando el evento es en miércoles, y les dan más de 1 hr a cada presentación creo que si abusan, pero bueno.... En general la cercanía del escenario me hizo vivir las presentaciones de una manera diferente, creo que escuchaba más sus monitores que cualquier otra cosa, el sonido estaba un tanto atascado y viciado, pero he escuchado cosas peores.

424 no estuvo nada mal aunque sinceramente no es mi tipo, la primera parte del concierto fue totalmente 90’s para mi gusto, sin embargo, no fue que me molestaran, incluso hubo una canción que me gustó bastante, tenía un riff de guitarra que me recordó a muchas bandas actuales. Ya hacia lo último las canciones eran más “guapachosas”, incluso hubo un momento de pedales y distorsiones que lo hizo un final inesperado.

Después de eso un gran acierto, no dejar a Astro al final, yo estaba tan cansada que pensé que no aguantaría, pero desde que subieron al escenario fue como una inyección de energía, un recargón de batería repentino, comencé a bailar y disfrutar intensamente. Es de esas bandas en las que puedes ver lo mucho que disfrutan lo que hacen, la forma en la que Andrés se mueve y sonríe hace que sea imposible dejarte llevar.


Me encanta lo que pueden hacer sin necesidad de cuerdas, aunque también lo hacen muy bien con ellas, no había notado lo importante del bajo en “Panda” y lo bonito de la guitarra en “Ciervos”. Me declaro fan! Disfrutó mucho como pasan de melodías totalmente bailables a una psicodelia clavada que literal te revienta la cabeza.




sábado, 1 de junio de 2013

-Bonito-

El show de Shout Out Louds ha sido el más feliz al que he ido últimamente, debo admitir que en esta ocasión la compañía tuvo mucho que ver, definitivamente la música compartida con alguien que la disfruta igual que tú es especial. No paramos de bailar todo el concierto.

Al principio fue un tanto triste ver el Plaza casi vacío, pero eso es lo que sucede cuando una banda tarda tanto en venir y cuando llega ya no tiene el "hip". Me sentí mal por ellos pero sinceramente eso me hizo disfrutarlo mucho más. En algún lado leí que Shout Out Louds describe perfecto a lo que sonaba el “Indie” hace 10 años y no podría estar más de acuerdo, es un ejemplo de toda esa música tan padre que ha venido perdiendo su significado.

Cuando subieron al escenario no puedes ignorar la imponente belleza sueca de Bebban Stenborg, quien a pesar de no tomar un papel protagonista, no deja de llamar la atención. Todos mostraron una energía desbordada que nos contagiaba como asistentes, en específico la batería que tenía mucha emoción y lo interesante del bajo de Ted Malmros, quien al contrario de Bebban, parecería querer un poco más de luz en su reflector. El sonido era buenísimo, a ratos sonaban tal y cómo en los discos y en otros todavía mejor.

Los momentos más divertidos definitivamente fueron “Impossible” y “Please Please Please”, pero para mí el más emotivo fue “Very Loud” por aquella referencia a "Nick and Norah's Infinite Playlist”, cabe mencionar que mi gata se llama Norah por esa película y escuchar esa canción fue una increíble oportunidad de sacar muchos sentimientos simplemente bailando.

Una noche muy especial que sólo puedo traducir en una palabra: “Pop”.