domingo, 26 de mayo de 2013

SofarSounds #6

Esa noche el menú estuvo formado por Pambo, Shenan, I Can Chase Dragons! y Nohoch (a quieres desafortunadamente ya no pude escuchar porque no sabía que estarían).



El departamento era increíble, mucho más espacioso que la vez anterior. Me dio mucho gusto que el sonido también estuvo mil veces mejor, creo que la acústica del lugar ayudó bastante. Noté una mejoría importante en comparación con el Sofar anterior.

 

Desafortunadamente el que fuera un lugar más grande también propicio que la gente se dispersara más e hiciera mucho ruido en las presentaciones, lo que para mí fue una muestra de falta de respeto para las bandas. Esperemos que los asistentes vayan adaptándose al concepto y esas cosas dejen de pasar, porque me da la impresión de que es cuestión de unas cuantas fechas más para que esto deje de ser un “pequeño movimiento” para convertirse en algo conocido por todos.

Pambo

Debo aceptar que me sorprendió bastante, tenía cierta resistencia, pero al final esta faceta acústica me gusto bastante, se pudo apreciar que tiene una buena voz; y  sus letras tienen bastante sentimiento, llenas de frases poderosas como “la venganza cura al corazón”. Una buena oportunidad de ver un set que no podría haberme imaginado.


 
Shenan

Un sonido muy clásico, a momentos campirano por la parte acústica. Me recordaron a muchas bandas de sonido similar.

 
I Can Chase Dragons!

Lo que más me gustó! No cabe duda que cuando algo tiene sabor no importa si sólo está presente una guitarra y unos bongos, seguirá teniéndolo. Me encantó ver la forma en que la música sale desde adentro de quienes la tocan, fue un ejemplo perfecto de cómo sucede, como algo que es parte de uno se convierte en un sonido para todos. Animaron a la gente y fue una muy bonita experiencia poder verlos en show acústico, muy diferente a como suelen sonar pero muy con toda la energía presente.



 
 

 

jueves, 23 de mayo de 2013

Sonidos de la Infancia

La semana pasada fui a ver Cats, prefiero no hablar mucho de la falta de agilidad de varios de los bailarines, las pésimas traducciones, el poco espacio del escenario, la horrible elección de uno que otro "actor" sólo porque es "famoso", y la inherente baja calidad de las adaptaciones mexicanas. De por sí tengo claro que no es la mejor obra del mundo, el discurso no tiene mucho sentido y si! hablamos de un musical de gatos, por más idiota que esto parezca.
 
Lo que quiero decir va mucho más allá de todo eso, quiero hablar de esas melodías que se instalan en tu cerebro para no salir nunca de ahí.
 
Cats es por mucho mi obra favorita, hasta hace poco no entendía por qué, y lo es desde antes de que mi afición por los gatos se instaurará en mi personalidad.

Recordaba haberla visto de pequeña, tenía imágenes claras de cómo había sido, del momento en que Deuteronomy paso a mi lado con su ropaje desgarrado, de la voz de Susana Zabaleta (que desde entonces se gano mi corazón como cantante), de los bailes, de ese callejón abandonado....Cabe mencionar que no soy de las personas que recuerdan todo, al contrario, suelo olvidar muy fácil y de la infancia son contadas las memorias que aún me quedan, pero ese momento es una de ellas.
 
Cual fue mi sorpresa al leer en el programa que decía "montada por primera vez en 1991" lo que quiere decir que la vi cuando tenía 4 años! No lo podía creer! para mí es como si hubiera sido ayer, en el 2005 la volví a ver, ahora con la producción de Brodway y la sensación fue exactamente la misma....
 
Aunque no le encontraba trascendencia a su discurso y tampoco era la cosa más impactante de la vida, desde el momento en que entre al teatro sentí un nudo en la garganta que después de las primeras notas se convirtió en un llanto que me acompaño la mayor parte de las funciones, no importaba lo que la letra dijera, no importaba darme cuenta de lo malo de la traducción (en este caso) lo único que importaba era la música, la cual tenía tan presente como sí la escuchara todos los días y me llenaba de emociones inexplicables conectadas con mi niñez. Cuando esa música se mezcla con los disfraces y movimientos la sensación se vuelve cada vez más fuerte y especial.
 
Confirmo que la música me ha acompañado siempre y es parte de mi historia en formas hasta inconscientes y eso me encanta, tanto como me encanta el soundtrack de la obra.
 
Definitivamente es una de esas cosas que quisiera compartir con mis hijos. Estaba fascinada viendo la sorpresa con la que los pequeños observaban; como salían cantando del teatro, aunque nunca antes habían escuchado las canciones, la niña que estaba a mi lado parecía verbalizar todos mis pensamientos, era algo bien bonito.
 
Creo que es de esas cosas que tienes que vivir cuando eres pequeño, pero también supongo que todos tenemos un momento musical que marco nuestra vida, este es uno de los míos.

martes, 21 de mayo de 2013

Hace casi un año....

Encontre en mi mail algo que escribi el 6 de junio 2012, despues del concierto de Mogwai en el Plaza Condesa...


Hoy veníamos en el coche y Leonora comentaba en la radio "ayer fue el concierto de Mogwai, estuvo increíble, muy ruidoso, dicen que una de sus especificaciones técnicas es que todos los instrumentos estén hasta arriba, entre 17 y 18 y se notaba! para bien, eso es lo que hace que sea una banda de post rock con la que no te aburres en ningún momento, aunque también tiene mucho que ver su público, es gente que va realmente por la música, que le pone atención, la vive y la disfruta"
¿Cómo lo viví yo?
Hace tiempo no tenía una experiencia así, es como si todo se hubiera conjuntado para que se diera de esa forma, la gente era diferente, estaban emocionados y expectantes, me llamó la atención cuando llegó una persona invidente y dije: “wow”, no puedo ni imaginar cómo ha de sentir esto, hace poco leí un comentario: "la música instrumental puede hablar por si sola y hacerte sentir cosas que de ninguna otra forma podrías sentir" y así es, esa persona iba al concierto a escuchar y a dejarse llevar por esa magia, sin más.
Las luces fueron bajando poco a poco, no podías alcanzar a ver a la gente que estaban a tu alrededor, costaba trabajo caminar entre la multitud, de repente... oscuridad total, salen al escenario, no podía ver nada más a que a esas personas iluminadas a lo alto. Desde la primera canción lograron envolverme, me sentía totalmente mareada, entre al alcohol, la oscuridad, los lásers, y la música parecía que iba perdiendo cada vez más la conciencia. Todo el ambiente olía a marihuana, era agradable, había una sensación de tranquilidad envolviendo el estruendoso sonido, el volumen a todo lo que daba, había momentos en los que sentías que se te reventaría la cabeza pero no por eso dejaba de sentirse esa paz. No podía parar de cerrar los ojos y dejarme llevar, así pase la mayor parte del concierto, de repente los entre abría y sólo veía a la banda, los rayos de luz,  leía Marshall y Orange por todos lados, pero nada era claro, sólo sentía como vibraba mi cuerpo cada vello, cada poro, todo..... baquetazo tras baquetazo suavizado por las dulces notas de las guitarras, y en contadas ocasiones una voz distorsionada por un vocoder.


De repente llega esa sensación de estar en una película escuchando el soundtranck que acompaña cada momento de la existencia, era como ver lo que pasaba desde otro lado, era como estar escribiendo una historia al compás de la música, era difícil saber que era real y que no, escuchaba "Take me Somewhere Nice" mientras la persona que me tomaba de la mano me regaló un dulce "I will" al oído, era como un sueño, mientras más se acercaba el final más nos aferrábamos a quedarnos en ese momento, con esa emoción y con ese sentimiento.

Tuvimos que volver a la realidad…. Sin embargo fue simplemente perfecto cómo sólo la música puede serlo.

miércoles, 15 de mayo de 2013