miércoles, 9 de diciembre de 2015

Porque la música y yo tenemos razón!

El viernes pasado por fin llegó uno de los conciertos que más había estado esperando, el show de Supergrupo, formado por: La Monja Enana, Aviador Dro y L-Kan, no porque sea tan fan de la aleación como tal, pero sí de estos últimos a quienes tenía un buen rato sin poder ver.

Fue una noche completamente rara pero increíble, cuando llegué vi que el lugar estaba prácticamente vacío, y mientras pasaban los minutos perdía la esperanza de que llegara más gente, hubo un punto en el que habían más miembros de la banda que asistentes al concierto.

Fue grato encontrar en la entrada un puestito de discos y vinyles, pero más grato aún saber que el hermoso acetato de Bla costaba sólo 150 pesos. También estaban vendiendo entradas de 50 pesos para un show sorpresa que sería al día siguiente con las 3 bandas tocando independientemente, no lo pude evitar! Lo compre inmediatamente aun sabiendo que sería la fiesta de navidad de mi trabajo y que tenía que apoyar en la organización, que demonios! Mis prioridades son extrañas y al parecer la música sigue estando en la cima de todas.

Decidí sentarme en un lugar estratégico desde dónde veía entrar a todas las personas y podía observar su cara de WTF, al parecer se sorprendían, igual que yo, al notar que el lugar estaba desolado. Otra cosa muy curiosa fue que la mayoría de los espectadores pasaban de los 45 años, era como si todos hubieran ido con su mamá, por lo que concluí en llamar a la mía poco antes de que comenzaran para que asistiera al evento, lo que me convenció de hacerlo fue una chica (o más bien… señora, señora, señora y socia fundadora =P) que mantenía una llamada telefónica preguntando si su hijo había comido bien, fue una escena un tanto bizarra y me sacó un poco de onda porque me hizo preguntarme ¿será que pertenezco a esta generación y de verdad estoy tan vieja? La respuesta llegó sola cuando Servando de Aviador Dro explico que cuando ellos comenzaron a hacer música muchos de nosotros no habíamos nacido, el cual era mi caso, eso me dejó más tranquila y me hizo sentir afortunada de poder ser testigo de toda esta creación musical a lo largo del tiempo y apreciarlo con mis propios ojos.


Me gusta mucho el “Crisis en Autonomías Infinitas” disfrute prácticamente todas sus canciones, peroooo no tanto cómo amo las de los L-Kan, me emocioné de sobremanera cuando soltaron “Señora”, “Todo por placer”, “Todo lo que no”, “Viva la Pestaña”, “Modern Talking”, Aburrida de Estar tan Salida” y otras que seguro se me están escapando. Tenía mucho que no sentía esa felicidad completamente embriagante como cuando tocaron ”Todo por Placer” y Belen saltó al público para recordarnos que así debe ser la vida, haciendo las cosas que realmente nos gustan y apasionan, sea lo que sea.


De la Monja Enana me alegró cuando tocaron: “Me enamoré de un Robot”, “Casa de Muñecas”, “Quisiera ser cómo Lovercraft” y “Canción de Amor #3”. Esa Anita tiene una personalidad taaaaan pop que te dan ganas de ir a apretarle los cachetes (seguro muchos piensan en algo más porque se ha puesto cada vez más guapa) como sea me encanta verlos bailar y bailar mientras sueltan esas frases empalagosas que calientan el corazón.
La presentación duró poco más de 2 horas en las que alternaron canciones de cada una de las bandas y prácticamente todas las que tienen como Supergrupo, nunca fui fan de Aviador Dro pero me hicieron bailar como loca, entre los estrobos y la música había momentos en lo que me sentía totalmente drogada, no me podía detener, fue un sensación bien especial, incluso amé el comentario final de mi madre: “Fue raro ver bailar a tanta gente tan diferente, era como la escena de la cantina en Star Wars” jajajajaja.


Al día siguiente fue el “De Toluca a Peluca Fest”, el cual se tituló así porque literalmente fue dentro de una peluquería, era un espacio muy pequeño pero suficientemente grande para la cantidad de personas que estábamos ahí, buena onda que hayan organizado eso aunque fuera súper improvisado, la verdad es que hacía falta ver a las bandas individualmente.

Llegamos justo cuando La Monja Enana estaba terminando, ya no pude escuchar “Cartas de Amor” cómo lo habían prometido la noche anterior, pero de inmediato empezó L-Kan y eso me hizo olvidar la mala suerte de haber llegado tarde, tocaron muchas canciones que ya ni recordaban cómo “Mancha de Mora” o “La Más Fane” aparte de su repertorio habitual, fue muuuy extraño verlos en un lugar tan pequeño, incluso los sentí un tanto incomodos y al ser tan poca gente no pudo darse esa explosión de energía que los caracteriza, a pesar de que trataron de hacer lo suyo con todo y Belen siendo cargada por 3 personas al “lanzarse al público” jejejeje, definitivamente faltó algo, pero como sea siempre es un privilegio estar cerca de una banda tan especial y divertida, no se cuantos años más vayan a pasar antes de que volvamos a encontrarnos, así que atesoraré ese momento de manera particular.



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