lunes, 30 de noviembre de 2015

Cuando sea demasiado tarde te arrepentirás

La semana pasada fue el aniversario de Red Bull Panamerika y lo celebraron con un concierto en el Teatro Angela Peralta, un venue que me encanta.  Me di una vuelta para ver a Astro y de paso a Torreblanca.

Ta tenía un par de años que no veía a Torreblanca, fue un tanto diferente, pero en definitiva lo disfruté bastante, es una especie de Benny Ibarra moderno, con canciones muy del corazón que de repente hacen soltar la lagrimita al mismo tiempo que te hacen bailar. Siempre se hace acompañar de buenos músicos y eso hace que sean presentaciones interesantes. Es chistoso como sus letras parecen ser de todos, podrían cantarlas cualquier persona y generar el mismo impacto. Tuvo muchos invitados que en realidad no aportaban mucho que digamos, pero bueno… supongo que habrá a quien le haya emocionado.


Aunque tenía un montón de ganas de ver a Astro, honestamente no fue su mejor show, creo que usaron mucho tiempo en solos y riffs larguísimos que no eran los ideales para ese momento y ese espacio, sabían que iba a ver mucha gente que no necesariamente los conocía y para mi gusto habría sido mejor que se dedicaran a tocar sus éxitos o incluso las canciones más animadas del nuevo disco, ni siquiera tocaron Colombo, de cualquier manera yo estaba totalmente embelesada con las piernas de Andres, maldigo el momento en el que mi amiga lo hizo notar porque desde ahí no pude concentrarme en otra cosa. Amo a Astro pero un setlist como el que les oí en el Hellow Fest habría sido ideal para esta ocasión.


Yo me fui temprano porque tenía negocios que atender pero a mis amigos que llegaron más tarde les tocó vivir la experiencia portazo y lo cuentan como una experiencia épica, con un sujeto que nombramos “El Pipila de Polanco” recibiendo unas cuantas descargas eléctricas por abrir una de las puertas desde adentro, otro amigo escalando las gradas, siendo ayudado por desconocidos que apoyaban la misión, al parecer fue bastante divertido, incluso más que ver al resto de las bandas, aunque tenían ganas de escucharlas.


No puedo imaginar cómo hubiera resultado todo eso si lo hubieran hecho en el Parque México, definitivamente habría sido una locura mayor porque se habría acercado más gente que sólo estuviera pasando por ahí. Yo no puedo quejarme porque a mí  me fue muy bien, no tuve que formarme para absolutamente nada y vi gratis a una banda que me gusta muchísimo a unos cuantos minutos de mi casa, sé que no todos tuvieron la misma suerte y los organizadores tendrán que considerarlo porque aunque la intención fue buena podrían haber tomado en cuenta cosas tan obvias cómo el aforo.

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