miércoles, 25 de noviembre de 2015

I'd rather be a satellite

Un Corona más… aunque cada año diga que ya no voy a ir al siguiente, sigo sin perderme uno sólo desde su antecesor “Corona Music Fest” en el 2006. Ahora, 9 años después no me arrepiento en lo más mínimo de no ser fiel a esa idea y regresar una vez más, en esta ocasión gracias a Death from Above 1979 y Mew que sin duda siguen retumbando en mi cabeza y mi corazón.

El primer día, desde que nos acercábamos al Foro Sol había algo extraño en el ambiente, no había tráfico, no se veía mucha gente, nos tocó lugar de estacionamiento justo en las taquillas de la puerta 6… aunque sabía que éste ha sido el que menos boletos ha vendido y que la mayoría asistirían hasta el domingo, no pensé que fuera tanto así, tenía la esperanza de que después  llegara más gente, pero no, todo el tiempo estuvo como a la mitad de su capacidad, a tal grado que siempre hubo internet y podías ir de un escenario a otro sin problema alguno. Otro cambio que agradecí muchísimo fue la nueva ubicación del escenario Doritos, no podía ser más perfecto, llegar fácilmente  sin tener que hacer caminatas maratónicas fue lo mejor!!! 

La inclusión de Capital Gorumet con esa cantidad de gente fue otro éxito porque nos dio oportunidad de comer  muchas cosas deliciosas mientras disfrutábamos de los conciertos, algo que yo he celebrado desde que comenzaron a incluir una mayor oferta gastronómica en los festivales.

Quien haya tenido la idea de poner una carpa de pinballs y maquinitas fue simplemente un GENIO! De verdad! Es algo que no me había tocado en otro lado y lo disfruté muchísimo, porque aparte la curaduría fue excelsa, no podía esperar a los espacios entre nuestra selección de bandas para poder ir a jugar.

No llovió, no hizo tanto sol, se puede decir que en términos generales fue un buen evento, tampoco soy de las que dicen que ha sido el mejor, pero si uno bastante cómodo.
Un placer como siempre encontrar a tanta gente conocida, algunos que no veía desde hace años, sigue siendo el evento oficial de los re encuentros.

El sábado teníamos toda la intención de llegar a Wild Nothing, pero la vida no nos quiso ahí, así que llegamos a la mitad del show de Alvvays, muy bonitos, ideales para comenzar el día cuando aún había un poco de sol. De ahí nos tocó ver toda la presentación de DIIV, que no eran para nada cómo los imaginaba, fueron más festivos de lo que esperaba y quedaban perfecto para el mood Californiano que estábamos viviendo.

Chairlift me decepcionó, entre que les dio por tocar un montón de canciones nuevas, y que no mostraron nada de la energía que supuse tendrían en el escenario, me aburrieron un poco y honestamente de haber sabido podría haber llegado hasta Father John Misty sin ningún problema.

Amo a los Psychedelic Furs, pero hay algo que me pasa cuando veo que una banda realmente envejece, me genera algo de aversión, se vuelve muy bizarro y este es el ejemplo perfecto, de verdad era taaan extraño, lo único que pensaba mientras los veía era “Richard, por favor no bailes, por favooor!” cómo sea siguen haciendo lo suyo, esta padre poder haberlos escuchado, pero creo que prefiero quedarme con los discos.

Father John Misty fue bien diferente a la vez que lo vi en Coachella, yo ya iba preparada para una hora de lloriqueo y no fue así, su actitud de Jesucristo resucitado nos hizo que la pasáramos bien entre odiándolo y amando sus canciones.

El momento más increíble del día llegó con Death from Above 1979, aun no puedo creer que haya esperado 11 años para verlos, es de esas cosas que crees que ya nunca van a suceder y de repente puuum!!! Y eso que el año pasado había perdido un poco la esperanza porque por una u otra razón no podía cacharlos en festivales de Estados Unidos, pero yo sabía que ese espectacular gigante del “Physical World” a fuera del metro que tomaba todos los días en Chicago era una señal!

Cabe mencionar que estaba sentada cuando comenzaron a tocar y desde el primer acorde me hicieron saltar como resorte y correr hacia el frente del escenario, QUE PINCHES BUENOS SON! Fue completamente emocionante y estremecedor, es difícil entender cómo un bajo y una batería pueden hacer eso, me hicieron agitarme como hace mucho no lo hacía. Es de las pocas bandas que me faltaban ver antes de morir (Tahiti 80 y La Casa Azul, ya llegará tu hora!) y se me hizo! no puedo decir más al respecto, de verdad fue fantástico y los amo!


No teníamos pensado ir a Ryan Adams, pero dada la cercanía de los escenarios le echamos ojo un ratito, lo hace muy bien, es de esos actos que vale la pena apreciar en vivo porque te llenas de la energía de un grupo de buenos instrumentistas acompañando grandes canciones.

Siguió Beirut y fueron otros que me volaron la cabeza, honestamente me arrepiento de haberme salido a la mitad para llegar a los Libertines. Porque que bien tocan, yo lo había planeado de esa forma porque pensaba que me aburrirían y no fue así, me dolía cada paso que daba para alejarme de su escenario, estaba hipnotizada por su sonido, entre que me daba nostalgia y al mismo tiempo me ponían de buenas, era una vibra súper padre y feliz, tantos instrumentos, tanta magia… espero poder volver a verlos pronto.


Perdón, pero los Libertines ya no son los Libertines que conocimos hace 13 años, para mi resultó tan triste como si viera a los Strokes en este momento sin haberlos visto en mi adolescencia, había algo que no terminó por convencerme, obvio disfruté sus himnos de entonces y un par de las nuevas que me gustan, pero me hicieron sentir descontextualizada.

El domingo fue otro gran día, una de mis cosas favoritas de los festivales es poder compartirlos con las personas que más quieres, desde la planeación, la emoción de los días previos, las actividades adicionales etcétera, en esta ocasión: despertar, ver “Nick and Norah Infinite Playlist” e ir a brunchear algo delicioso hizo por completo mi mañana, aunque debido a ello ya no llegamos a Milo Greene. Fue hasta The Grisworlds que pisamos el Autódromo, mi primera impresión: “Dios! Son los Astro!” No solo por el vocalista, había algo en su sonido tropical que me obligaba a hacer esa relación, y la pasé igual de bien que en uno de sus conciertos aunque nunca los había escuchado.

A otro del que había escuchado muy poco fue Shamir, al que me tocó ir de acompañante y que gran acierto! Bailamos, bailamos y bailamos como si no hubiera mañana, otra de esas presentaciones en el horario perfecto para calentar motores, yo tarde mucho en entender si era niño o niña, pero eso lo hizo aún más divertido.

Seguimos en la fiesta total con Miami Horror, desafortunadamente fue el momento complicado de reunirnos con los amigos, porque teníamos que celebrar el hecho de que yo estuviera ahí y que mejor manera que bailándole a la vida, lo malo es que para ese momento aquella quimera de un festival con buena conexión había desaparecido y fue un relajo encontrarnos entre “dónde estás?... te espero aquí… ya me moví… ya estoy con los demás… Ahora dónde estás tú… te fui a buscar…etcétera…” al final lo logramos, al menos para las últimas canciones lo bueno es que mi partner in crime y yo habíamos logrado disfrutar del show entre tanta buscada, literalmente fue una fiesta, aunque debo de decir que me quedo con otros parrandones del estilo como Matt and Kim, Friendly Fires y por supuesto !!!


Lo mejor del domingo para mí llegó con Mew! Hace 6 años que no los veía, aquel fue uno de los primeros conciertos a los que recuerdo haber ido con mi ex, así que lo evocó con mucho cariño. Ésta ocasión fue totalmente diferente, la fuerza que mostraron en el escenario fue IN DES CRIP TI BLE, verlos en un entorno abierto, con tanta gente emocionada, fue la onda! Podría decir que todas fueron mis favoritas, pero Special y Satellites… pffff y quien no lloró en Comforting Sounds tiene un maldito corazón de piedra, fue de estas presentaciones que me hicieron sentir etérea por unos instantes, de verdad fue lo máximo.



Después del trance, fuimos a comer algo y nuevamente nos separamos, aun no entiendo cómo un amigo que dice ser muy fan de Savages y Deap Vally prefirió prescindir de Sleater Kinney, es inconcebible, pero equis… lo mejor de tener al mejor partner in crime del mundo es que siempre te acompañara a brincar y emocionarte con tus cosas favoritas. Yo cómo puberta enamorada gocé un montón de su presentación porque sus nuevas canciones me gustan bastante y como era de esperarse abarcaron gran parte de su set.

Para Pixies yo ya estaba un poco (muy) enfiestada así que más que disfrutarlo me enfadó re confirmar que eso ya no es Pixies y todos lo sabemos, es una especie de banda de covers que lo hace muy bien, pero no es lo mismo, preferí quedarme con su presentación del año pasado en Coachella, porque a pesar de que era la misma alineación me dejó con un mejor sentimiento. Mejor nos fuimos a Ravear DU RI SI MO con Fatboy Slim, desde aquel Vive Latino que no lo escuchaba y no recordaba lo bien que la paso con sus visuales y la vibra que provoca en todos, fue súper chistoso porque justo esa semana mi crush brutal con los Talking Heads había estado más que presente y cuando David Byrne apareció en la pantalla gigante cantando Psycho Killer… pffff explosión mental!!! Brinque, grite, baile y enloquecí como pocas veces lo hago, cualquiera habría pensado que estaba en ácidos o algo.


De ahí cruzamos a Ratatat y sus guitarras mágicas, todo el tiempo me hicieron sentir que era parte de un videojuego, era cómo un loop de esas maquinitas de baile, yo feliz como lombriz, me encanta verlos en vivo y dejarme seducir por sus canciones eternas.

Chromeo empezó súper tarde y yo ya estaba destruida pero aun así me hicieron moverme un poquito, era imposible no hacerlo cuando veías que a tu alrededor absolutamente todos estaban bailando, lo que no había sucedido en ninguna de las presentaciones que vi ese fin de semana. Siento que la carpa era muy pequeña para su producción, y hubo algo que no me hizo enloquecer cómo otras veces, como sea siempre es un placer mover un ratito los huesos con esos muchachitos.

Así mi CC15, ya veremos si el próximo año ahora si cumplo mi promesa =P


No hay comentarios:

Publicar un comentario