sábado, 1 de junio de 2013

-Bonito-

El show de Shout Out Louds ha sido el más feliz al que he ido últimamente, debo admitir que en esta ocasión la compañía tuvo mucho que ver, definitivamente la música compartida con alguien que la disfruta igual que tú es especial. No paramos de bailar todo el concierto.

Al principio fue un tanto triste ver el Plaza casi vacío, pero eso es lo que sucede cuando una banda tarda tanto en venir y cuando llega ya no tiene el "hip". Me sentí mal por ellos pero sinceramente eso me hizo disfrutarlo mucho más. En algún lado leí que Shout Out Louds describe perfecto a lo que sonaba el “Indie” hace 10 años y no podría estar más de acuerdo, es un ejemplo de toda esa música tan padre que ha venido perdiendo su significado.

Cuando subieron al escenario no puedes ignorar la imponente belleza sueca de Bebban Stenborg, quien a pesar de no tomar un papel protagonista, no deja de llamar la atención. Todos mostraron una energía desbordada que nos contagiaba como asistentes, en específico la batería que tenía mucha emoción y lo interesante del bajo de Ted Malmros, quien al contrario de Bebban, parecería querer un poco más de luz en su reflector. El sonido era buenísimo, a ratos sonaban tal y cómo en los discos y en otros todavía mejor.

Los momentos más divertidos definitivamente fueron “Impossible” y “Please Please Please”, pero para mí el más emotivo fue “Very Loud” por aquella referencia a "Nick and Norah's Infinite Playlist”, cabe mencionar que mi gata se llama Norah por esa película y escuchar esa canción fue una increíble oportunidad de sacar muchos sentimientos simplemente bailando.

Una noche muy especial que sólo puedo traducir en una palabra: “Pop”. 


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