martes, 1 de abril de 2014

¿Si recuerdas tu pasado volverías a ser igual?

En algún lado leí recientemente: "Vive Latino, el festival que todos amamos y odiamos a la vez" y no podría estar más de acuerdo. Desde hace 4 años he venido repitiendo: "ahora si es el último, cada vez se pone más feo" pero cuando se acerca la fecha o aplican alguna buena promoción  recuerdo aquel 2008 que no fui y casi lloro de frustración al ver a Niña tocando desde mi casa en la transmisión de Telehit, y termino diciendo, bueno.... no quiero volver a sentirme así, uno y ya.

La historia se repitió este año, a pesar de lo extravagante del cartel había un par de cosas que llamaban mi atención, no perdía nada al ir un par de días en la noche, viviría la experiencia con actitud de “gente mayor”.

El jueves llegué directo a Of Montreal, aunque antes de eso me tocó Atto and the Majestics y Odisseo, de los cuales prefiero no comentar nada porque no son mi tipo y yo estaba distraída poniéndome al día con un amigo (en la parte de hasta atrás, cómo debe de ser). Llegó el momento de Kevin Barnes y compañía, lo digo así porque vaya que su ego está bastante inflado, me dio mucha risa cuando cambio de ropa y se quedo esperando que le gritaran, incluso se planto al frente con una pose de “vamos, ámenme”, fui divertido. Ya tenía una buena idea de lo que sería su show, por lo que viví ese mismo martes en Guadalajara, pero cómo sea fue fantástico, la gran sorpresa de la noche para mí: tocaron "The Past is a Grotesque Animal"!!! Si! Otra vez! Pude escucharla dos veces en la misma semana!!!  Estaba más que emocionada, aunque noté la desesperación del resto del público después de 7 minutos de canción, entiendo que no es para todos... para mí fue una gran experiencia, esta vez pude gritar y alzar mi puño con emoción. El fondo de palmeras, sus melodías y el traje de Rebecca... era tan Josie and the Pussy Cats, lograron generar una atmosfera totalmente diferente a la que había experimentado días antes.

Después de eso llegó lo que tanto había esperado, la razón por la que este año no podía desistir del festival: la reunión de Zurdok! Poder verlos de nuevo en el escenario tras una década de ausencia en mi vida. Tuve la suerte de poder compartir ese momento con las mismas personas con las que los vi por última vez y eso le dio un toque especial, cuando llegamos al frente del escenario y observé la gran pantalla y la cortina que estaba a sus espaldas se me puso la piel chinita, fue como un: “wow!, de verdad está por suceder” y cuando por fin estuvieron todos arriba, fue cómo un viaje al pasado, cuando lo hice consiente ya no supe si era algo bueno o malo, porque parecían estar disfrazados de ellos mismos en los 90’s, literalmente, ¿Qué tal la “blusa” de Chetes? Era demasiado! Aparte la pose de Mauricio, la falta de “weirdness” de Catsup, no se… había algo ahí que me hacía sentir vieja, cómo supongo que se sienten los chavos-rucos cuando van a ver a alguna de sus bandas clásicas…. Damn! Creo que ahora estoy en esa categoría. Incluso mi amiga me dijo “¿te das cuenta cómo a pesar de que estamos hasta adelante ya nadie brinca? Todos mueven la cabeza y levantan sus brazos pero no saltan” Y era real! Ni en "Gallito Ingles", ya éramos parte de ese sector generacional, ouch!

Pero en fin… era una sensación extraña de cierta familiaridad ante algo que parecía desconocido, pero a la vez era lo mismo de siempre, difícil de explicar.
Independientemente de todo eso, sonaron impresionantemente bien, a pesar de que Gustavo Mauricio la pasó batallando con sus sintes, yo no lograba percibir el error, para mi sonaron perfecto y no pude resistirme a sus canciones, esas letras…. Y ese sonido que a pesar de haber pasado tanto tiempo no se escuchaba antiguo, no cabe duda que siempre estuvieron adelantados a su época. No sé que tanto pueda funcionar en el presente, su nueva canción me parece simple y común, pero ahí estábamos, reviviendo el pasado, el reencuentro con una banda que parecía estar muerta y sin duda represento un gran momento para mí.

El viernes tenía muchas ganas de ver a The Polyphonic Spree, estaba bastante emocionada, porque es de esas bandas que crees que ya nunca vas a poder escuchar en vivo y de repente están en el mismo lugar que tú. Entre el público nos encontramos con Willy Damage y la Doctora Molina, muy bien ataviados con sus batas de coro, tenía mucho tiempo que no los veía juntos, y hasta ese simple hecho le dio un airecito de esperanza extra a la presentación. Todo el ambiente era optimista y colorido, cómo era de esperarse. Me hubiera gustado verles un show completo, aunque entiendo la dificultad de su logística, sin embargo creo que podríamos ahorrarnos a las coristas que aportaban muy poco y eran más como adorno, creo que con la voz de Buffi J y unos cuantos sampleos sería suficiente, ok… eso no va con el espíritu de la banda, pero podríamos evitar unos cuantos viáticos para poder traerlos en solitario =P

Vimos un pedazo de Ely Guerra, aunque no es mi hit, siempre reconoceré su voz  y la fuerza que muestra al tocar la guitarra con todo y su pequeño físico.

Siguió Cut Copy que al parecer yo estaba confundiendo con Hot Chip porque esperaba bailar como desquiciada y no fue así, estuvo “bien” pero nada que quisiera repetir, afortunadamente para ese momento ya estaba lo suficientemente enfiestada cómo para sufrir la desilusión.

Nunca me ha gustado Arcade Fire, no es que me desagraden, pero no se me hace nada del otro mundo, tienen varias canciones que me parecen muy buenas, pero tampoco creo que sean la mejor banda del planeta, cómo sea ya estábamos ahí y mis amigos se encontraban muy entusiasmados por escucharlos, y no quería perder la oportunidad de verlos rodeada de fans que idolatran a la agrupación, aunque me toqué oírlos de nuevo en unas semanas la sensación no será la misma. Hubo un momento en el que me perdí entre la multitud y en mi fiesta me costó trabajo encontrar a mis compañeros, pero fui a dar justo en medio de varias personas que cantaban con fervor cómo si ese fuera el mejor día de sus vidas, me encanta esa reacción, me gusta apreciar el poder de la música en movimiento.
Definitivamente son una banda de estadio, logran sacar la pasión de la gente, contagian su energía, y claro, al ser tantos músicos en el escenario que no podría ser diferente. Para mí lo mejor fueron sus percusiones, que supongo que para ese momento de la noche era lo único que era evidente para mí. Me impresiono Régine, no sabía que era multi instrumentista, y me ganó en el momento que se sentó a la batería, es la onda! Un muuuuy buen show, dominan por completo la situación, muy quede con una opinión positiva de ellos.

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