jueves, 28 de noviembre de 2013

James Blake

¿Que si me gusta el dubstep? Definitivamente no! ¿Qué si me gusta James Blake? Definitivamente si!..... mmmm…. ¿Podemos volver a la primera pregunta?
Veamos que paso aquí...
Desde su debut no había logrado capturar mi interés, aunque el cover de Feist me parecía "lindo" el resto del disco sólo lograba aburrirme, no lo entendía y cada quien sabe que le gusta y que no, para mí  en ese momento era un rotundo: "paso muchas gracias".
Cuando estaba rompiéndome la cabeza al armar mi horario para Coachella, me encontré con su nombre, tenía cómo 10 minutos “libres” y según yo necesitaba descansar, así que podría pasar por ahí para sentarme un rato… Ya ese día,  estaba hasta atrás del escenario sobre una de las vallas, me acomodé y sin esperarlo quedé totalmente cautivada. No sé que fue, no podía quitarle la mirada de encima, no podía alejarme ni dejar de escuchar, quedé paralizada, me encantó.
                                                                                                                                                                                        
Cuando escuche el Overgrown pensé: si me gusta, me parece mucho mejor que el anterior, pero no es para tanto, no entiendo que pasó.  Cuando ganó el Mercury Prize quedé todavía más desconcertada ¿Por qué ganó? Tenía que volver a verlo! esa sensación positivamente abrumadora no podía haber sido una coincidencia ¿Por qué al oír sus discos no siento lo mismo?
Este lunes llegamos al Plaza  justo para Teen Flirt, no sólo no me gustó, incluso me aburrió y me pareció un tanto molesto. Esas computadoras contenidas, secuencias y juego de niveles me parecían interesantes, pero no era algo que pudiera disfrutar por un tiempo largo ¿entonces que hacía ahí?
Una vez que James subió al escenario nuevamente quedé sin habla…me agrada la forma en la que se mueve mientras toca, el manejo de las luces, su voz, cómo juega con ella, la incorporación de un piano con tanta presencia y la generación de atmosferas. Pero lo mejor es la forma en la que hace vibrar tu cuerpo, sientes literalmente golpeteos rítmicos en todas tus cavidades, hace que te muevas incluso involuntariamente, logra subir tus niveles al máximo para dejarte caer súbitamente con silencios muy marcados y en ocasiones prolongados, lo cual sólo se aprecia en vivo.
                         
Fue un buen concierto,  tuvo de todo, mis momentos favoritos fueron “Limit to your Love” porque describe perfectamente esos cambios impetuosos y “Voyeur” que me hizo bailar sin control.
Nunca había visto el Plaza tan lleno, me sorprendió incluso para ser lunes, ya se está haciendo una muy fea costumbre en ese recinto que la gente se dedique a hablar constantemente mientras tratas de disfrutar el show, mejor nos fuimos hacia atrás y era complicado moverse entre la gente, cuando me di cuenta estábamos en el lobby y hasta ahí habían personas, en momentos tras un par de acordes de piano sólo lograba escuchar un coro de “sshhhttss” que son igual de molestos y nunca logran su cometido. Tratamos de avanzar ahora del otro lado y cuando por fin encontramos un lugar nos topamos con unos cuantos personajes, una chica que se desplomó sobre mí de lo borracha que estaba, un señor de unos 60 años que se dedicaba a manosear a su acompañante y algunos otros que bailaban sin cesar.
Noche interesante que me dejo bastante satisfecha, si se da la oportunidad lo repetiría sin dudarlo.
 

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