domingo, 24 de noviembre de 2013

La Última Noche del Mundo

Inicié este texto varias veces porque no quería sonar ridículamente cursi, pero creo que esa la única manera…. Era el año 2002 cuando llegó una banda a cambiar mi vida, así de sencillo.
Recuerdo ese momento… no sé si era el primero o el segundo Happy Fest que se hacía en el DF, era una casa muy lejana, según yo por el Ajusco, una noche llena de nuevas propuestas y bandas que ya habían ganado mi corazón, sin embargo de entre todas sobresalió Austin, era algo que nunca había escuchado, me preguntaba a mi misma ¿Y por qué estos no cantan? Me pareció algo interesante y ahí comenzó la historia.
Al día siguiente entré a su página y lo que más me llamó la atención fue su estética, me encantaron las playeras que vendían y les escribí un correo preguntando cómo podía conseguir la de “chicos con anteojos azul claro”, Chavo fue quien me respondió diciéndome que podría verlos en el Chopo ya que los sábados iban por ahí a vender el disco, lo cual motivaría mi primera visita al mítico  tianguis cultural. Fue una experiencia que nunca voy a olvidar, cómo ya había quedado de verme con ellos se me hizo fácil llegar sola, yo era una niña de 15 años acabada de salir de una escuela católica, así que desde que llegué al metro Buenavista la gente comenzó a parecerme extraña, justo iba subiendo las escaleras cuando un punk de unos 50 años se me acercó y comenzó a hacerme preguntas cómo “¿a dónde vas niñita? ¿Cómo te llamas? ¿En dónde vives?” por más que avanzaba tratando de ignorarlo él me seguía a dónde fuera, me asusté tanto que preferí regresar huyendo a casa, ya me imagino la risa que le habré causado. El fin de semana siguiente lo intentamos de nuevo, ésta vez me hice acompañar por mi mejor amiga, logramos encontrarlos sin problema, eran Chio y Xna con un par de EPs en las manos caminando a lo largo de los pasillos, nos acercamos a ellos, no traían la playera así que sólo me vendieron el disco, aquel “Austin Tv” que después se convertiría en el nombre de la banda. Desde la primera escuchada me encantó y no paraba de oírlo, recuerdo que por esos días nos habían entregado el único coche que he tenido, y en cuanto salimos de la agencia lo primero que hice fue ponerlo a manera de ritual, como un "remojón musical".
Comencé ir a sus presentaciones recurrentemente, cálculo que los he visto más de 60 veces, a pesar de que a mis amigos no les gustaba, siempre encontraba la forma, aunque fuera sola, lo cuán fue una gran decisión porque gracias a ello comencé a conocer más gente con los mismos intereses que los míos, incluyendo a los mismos Austin.

A un par de meses de habernos encontrado ya estaba yendo con ellos a Monterrey, para lo que a mi gusto ha sido el mejor Happy Fest de la historia, desde entonces viajaba únicamente guiada por la música, ese año pase más tiempo en Monterrey que en mi propia casa. Podría llenar cientos de páginas contando anécdotas al respecto y sobre lo compartido con ellos en estos 11 años pero creo que ese viaje marcó la diferencia. Si bien ya era fan de la banda, en aquel tour comencé a conocerlos como personas, a saber sus gustos, sus intereses, era un poco extraño compartir tanto tiempo con personas que apenas conocía, pero algo inexplicable me daba la seguridad de hacerlo, me hacían sentir cómoda y por fin había encontrado gente con la que podía ser yo misma, con la que podía platicar de cualquier cosa sin ser tachada como la "rara", algo más allá de la música me hacía sentir bien, al punto de que a la fecha a algunos los considero grandes amigos. Íbamos hacia regiolandia cuando la radio empezó a fallar, así que nos pusimos a cantar, mencionaron una canción que jamás había escuchado: "Out of Reach".... fue así, gracias a ellos, como conocí a mi banda favorita, aquella canción de The Get Up Kids me había enganchado y volviendo al DF lo primero que hice fue buscar el disco en el que venía, desde ese momento quede totalmente enamorada.
En todo este tiempo pasaron muuuuchas cosas, los hice parte de mi vida, fui creciendo junto con ellos y estuvieron presentes en etapas y decisiones importantes de mi historia. Desde el inicio creí en su proyecto, siempre pensé que era una banda especial y merecían todo el éxito del mundo, así como la gente merecía conocer su música, por lo que cada que podía trataba de compartirla, he celebrado sus logros como si fueran parte de mi familia. Debo de admitir que sólo he escuchado un par de veces cada uno de sus discos, siempre he preferido el sonido en vivo y así era como terminaba "aprendiéndome" las canciones, a excepción del EP, la copia que tengo ni siquiera ha sido abierta, creo que es el disco número 10 que me "repusieron", ya que siempre que tenía oportunidad de toparme con alguien involucrado con la música terminaba regalándole el mío.

Recuerdo perfecto la presentación de "La Última Noche del Mundo" ya había visto el arte del disco por lo que esa noche llevé conejos de chocolate para todos. Yo iba con un amigo dueño de una disquera en Argentina y entonces manager de Miranda, Los Látigos y DJs Pareja, para mí era de vida o muerte que los viera mientras estaba aquí y no podía haber mejor ocasión. Yo estaba sumamente emocionada, era un día importante. Fue en el Alicia y desde que llegamos mi amigo hizo una cara de: "Dios mío me van a matar", de por sí le habían dicho cosas horribles del país y el lugar no parecía el más bonito, se negaba a entrar, pero lo convencí y una vez que escucho a Austin todo su miedo desapareció y quedó encantado.
A partir de ese momento todo comenzó a cambiar, mientras pasaba el tiempo los lugares en los que tocaban eran cada vez más grandes y los admiradores eran incontables, me sentía sumamente feliz por ellos, sin embargo todo pasó muy rápido y yo no dejaba de ser una niña, por lo que a ratos me costaba trabajó aceptar que las cosas fueran diferentes, y era sumamente dramática al respecto, afortunadamente después pude madurar esa parte.

Sea como sea siempre siguieron ahí, ya sea por medio de su música o como personas, fui muy afortunada al poder compartir giras, escenarios, premios, alegrías, tristezas y muchas otras cosas, pero lo más importante: la pasión por la música. 
10 años después llegamos a la celebración de "La Última Noche del Mundo". ¡Qué rápido pasa el tiempo! Y ¿Qué tan importante era para mí? Pues mi mamá estaba por ser dada de alta en el hospital y cuando le conté del concierto ella misma me dijo: "¿qué haces aquí? Deberías estar con ellos" y cómo dice una canción de Astrud "para cada cosa hay una vez que es la última" y como no sabemos cuándo será decidí ir corriendo para El Plaza.

Llegué justo cuando estaban subiendo al escenario, me dio gusto ver caras conocidas desde que iba entrando, incluyendo a algunos de sus papás y a gente que ha estado con ellos desde el inicio, al mismo tiempo que chicos nuevos con la edad que yo tenía cuando los escuché por primera vez.
Desde qué vi a esos conejos en escena se me puso la piel chinita y llegaron a mí un montón de recuerdos, comenzaron a tocar y mi cuerpo reaccionó en automático, aunque no había escuchado esas canciones en un buen rato ya era como si vivieran dentro de mí, todo el ambiente género una atmósfera especial, los reflectores que me daban directo a los ojos me hacían notar que eran esos mismos conejos de hace años pero en otro momento de sus vidas, veía las siluetas de sus orejas proyectadas en los muros y recordaba muchas de sus presentaciones anteriores. Me siento muy orgullosa al ver cómo han evolucionado como músicos y como han crecido como personas. No cabe duda que lo que crearon juntos es algo mágico que perduraró por el resto del tiempo, como sólo la música puede hacerlo.
Les agradezco por todos estos años, por su música, por incluso haber intentado enseñarme a crearla (aunque ya sabemos que no es lo mío), por formar una parte importante del soundtrack de mi vida y por haber compartido un sueño hecho realidad con millones de personas que seguramente buscaban algo en que creer, es magnífico saber que su música ha llenado los oídos y corazones de tantos.
Su andar por la historia del rock en México ha dejado una huella importante, pero creo que aún más importante es la marca que han dejado en la vida de muchos.

Gracias! y como dice TGUK: buenas noches.



2 comentarios:

  1. Lamentablemente, me perdí de éste maravilloso concierto, y desde ayer he estado buscando reseñas, y ninguna me convenció del todo.
    Hasta qué encontré la tuya, y fue muy motivante, me identifico con bastantes cosas. :')
    las reseñas son más bonitas cuando se hacen de corazón. Gracias por compartir.

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